"Desde cualquier punto de la costa vasca hay una buena carretera que conduce a Bilbao. Bilbao es una ciudad minera, rica y fea, donde puede hacer tanto calor como en Saint Louis (Saint Louis de Missouri o Saint-Louis de Senegal) y donde se admira a los toros, pero no a los toreros. Si se da el caso de que un torero guste en Bilbao se compran para él toros cada vez más grandes, hasta que acaba por tener con ellos una catástrofe, moral o física, y entonces el entusiasta de Bilbao dice: "A ver, son todos lo mismo, todos cobardes y farsantes. Dadles toros lo suficientemente grandes, y se verá lo que digo".
Si quereis ver qué toros tan enormes se llegan a criar, la cornamenta que pueden llevar sobre la cabeza,cómo miran por encima de la barrera, hasta haceros pensar que van a concluir cayendo en vuestro regazo, si queréis ver hasta dónde una multitud puede ser brutal y hasta qué punto un torero puede aterrorizarse, id a Bilbao".
Esto escribía Hemingway en mil novecientos treinta y pico. Cástor Jaureguibeitia Ibarra llevaba diez años muerto, más menos, y el Club en su honor ya contaba varios lustros andando.
Ahora, cuando ha cumplido 100 y se organizaron unos festejos de celebración, de todo esto ya no queda nada... y tras anunciarse las corridas generales, menos.
¿Qué se verá en Bilbao dentro de cien años?
¿la silla de Morante?
BILBAO
REQUIESCAT IN PACEM
3 comentarios:
Siento darle la razón, pero después de lo que ví el fin de semana pasado volvi para casa con la moral por los suelos...
MANUEL ORTEGA
Y luego que me digan que cien años no son nada...
Sr Manuel... le doy el pésame...
Sr Díaz, el tango dice 20... pienso en la tauromaquia como una vieja señora... a la que los taurinos están inflando a botox, liftings y lipos... irreconocible, ahora es una Marujita Díez...
¿No ha visto usted los link de la silla?
un saludo
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