29 de julio de 2010

¡UN TORO EN LAS RAMBLAS!


Acaecido en Barcelona un 7 de julio de 2028:

¡Un toro bravo huido de un camión siembra el terror en las Ramblas barcelonesas!


En la conducción del ganado bravo a la feria de Ceret un toro se ha escapado del camión que lo llevaba, colándose por una de las trampillas de la caja del vehículo al volcar este en la Plaça de Catalunya, justo enfrente de uno de los locales más característicos de la ciudad, el Hard Rock Café, hacia eso de las siete de la mañana según fuentes de los Mossos de Escuadra. Entrando por el principio de las mismas Ramblas sembró el pánico por sus alrededores, atropellando e hiriendo a varias personas, a una mujer mimo de suma gravedad junto a las famosas floristerías. Desde las ocho de la mañana andaba el cornúpeto arremetiendo contra todo lo que se oponía a su paso, y a las once apareció en la calle Serafín Marín, que casualmente transitaba por ella, se quitó el abrigo y detuvo sus carreras con varios lances, expuesto a caer al suelo por hallarse este encharcado. Impidió con valor y maestría que el toro abandonara el engaño y le tuvo embebido en él hasta que llegó el estoque que había mandado a buscar a una tasca de charnegos, relativamente cercana. Con el abrigo a guisa de muleta le dio media estocada en lo alto; unos momentos después sacó el estoque, le corrió por el cerviguillo del animal y le descabelló al primer intento. La multitud que en torno de él se había agrupado, y que dificultó su acción heroica, le ovacionó emocionada, sacando los pañuelos pidiendo la oreja para el matador circunstancial. A continuación las fuerzas del orden lo detuvieron en disposición de las leyes catalanas, fue tramitado el expediente y se le condenó a cuatro años de prisión por maltrato a los animales.

27 de julio de 2010

JAZZ, TOROS Y AFICIÓN



Noticias desde Jazzaldia...

"Y si aquello no era jazz, a nadie pareció importarle. Ya se sabe que la afluencia a un concierto de jazz es inversamente proporcional a la cantidad de jazz que contiene la música. A menos jazz, más oyentes, y viceversa".

Las mismas que con los toros...



26 de julio de 2010

¡ALELUYA EN VALENCIA!



Juan José Esquivel y Pajarillo, de La Quinta


"El quinto fue un señor, de nombre 'Pajarillo'. Un pavo que para imponerse no le hacían falta más de 510 kilos. Manseó y midió de inicio, pero se vino arriba en el primer tercio. Así, el segundo puyazo de Juan José Esquivel fue el de ésta feria y también el de muchas. Cita el picador al toro, el toro se fija, escarba, lo piensa, lo repiensa y se lanza: puyazo en toda la yema y ovación de las que ponen los pelos de punta por todo lo que significa la lidia y la bravura. Un lujo, que desaprovechó a espadas solamente, Rafaelillo". Andrés Verdeguer



24 de julio de 2010

AVISO (ME HAN CAMBIADO LOS TIEMPOS)


"De Madrid, a las Fallas de Valencia, el día 14 (de 1978). Aquel sí era un compromiso muy importante y no podía fallar. Alternaba con Emilio Muñoz, con quien mantenía una fuerte competencia desde la temporada anterior, y tenía que ganarle la primera pelea. Pero mis ganas no fueron capaces de superar los mareos. Todo la plaza me daba vueltas, no podía mantenerme en pie. Estuve muy mal. Emilio se dio cuenta de que estaba enfermo y me aconsejó que me fuera a la enfermería. Pero no me podía permitir ese lujo. Momentos después, pasé la mayor vergüenza de mi vida: me dieron un aviso. Cuando lo escuché, creí que me moría. Era el primer aviso de mi carrera, un deshonor que no entraba en mis cálculos. A mí no me podían dar nunca un aviso. Y me consideré un fracasado". Pepe Luis Vargas "La fuerza de una pasión" (Antonio Lorca).


La lluvia de avisos en los ruedos todas las tardes son sirenas de alarma, las campanas del apocalipsis taurino...


(el Rey, de los avisos. Éste nunca tuvo vergüenza)

23 de julio de 2010

MONDONGO (II)





Volvemos al mondongo, esta vez lo cuenta Pepe Luis Vargas...

"Y en Frejus, un toro me sacó los intestinos. Al entrar a matar al primero, después de una buena faena, el toro me enganchó por la barriga, y cuando intenté recuperarme, vi que tenía las tripas fuera. No se me ocurrió nada mejor que coger todo aquello y meterlo para dentro.

Retiraron al toro, se acercan los compañeros, y uno me pregunta:

- ¿Qué te ha pasado?

- Pues, mira, que se me ha salido esto.

Y cuando vieron las tripas, el mozo de espadas y otro más casi se desmayaron allí mismo. Al llegar a la barrera, perdí el conocimiento, y cuando lo recuperé estaba en un hospital (...)"

22 de julio de 2010

PENSAMIENTO EN IMÁGENES: EL PERRITORO


Perritoro barbeando las tablas


(persistimos con las imágenes del naufrágio...)

21 de julio de 2010

PENSAMIENTO EN IMÁGENES: LA AFICIÓN

La afición en 2010: La balsa de la Medusa


En junio de 1816, la fragata francesa Méduse partió de Rochefort, con rumbo al puerto senegalés de Saint-Louis. Dirigía un convoy compuesto por otras tres embarcaciones: el buque-bodega Loire, el bergantín Argus y la corbeta Écho. El Vizconde Hugues Duroy de Chaumereys había sido asignado como capitán de la fragata pese a haber apenas navegado en 20 años. La misión de la fragata era la de aceptar la devolución británica de la entonces colonia de Senegal bajo los términos de franceses de la Paz de París. El gobernador francés designado para Senegal, el Coronel Julien-Désiré Schmaltz y su esposa, Reine Schmaltz estaban entre los pasajeros.

En un esfuerzo por lograr hacer un buen tiempo, la Méduse se adelantó a las otras naves, pero debido a su velocidad se desvió de su curso 100 kilómetros (62 mi). El 2 de julio encalló en un banco de arena en la costa de África Occidental, cerca de la actual Mauritania. La colisión se debió ampliamente a la incompetencia de De Chaumereys, un francés emigrado quien carecía de experiencia y habilidad, pero que habría conseguido esa comisión como resultado de un acto de favoritismo político. Los esfuerzos por liberar el barco fueron infructuosos, así que, el 5 de julio, los aterrados pasajeros y la tripulación intentaron viajar los 60 kilómetros (37 mi) que los separaban de la costa africana en los seis botes de la fragata. Aunque la Méduse llevaba 400 personas, incluyendo una tripulación de 160, en esos botes solo había espacio para 250 de ellas. El resto de la dotación del buque -al menos 146 hombres y una mujer— se apiñaron en una balsa apresuradamente construida de 20 metros de largo por 7 de ancho, la cual se sumergió parcialmente una vez que fue cargada. Diecisiete miembros de la tripulación decidieron quedarse a bordo de la Méduse. El capitán y la tripulación a bordo de los otros botes intentaron arrastrar la balsa, pero después de sólo unos pocos kilómetros, las amarras de la balsa se soltaron por sí solas o alguien las soltó. El capitán dejó a los pasajeros de la balsa entregados a su suerte. La situación se degradó rápidamente, desde la primera noche 20 hombres se suicidaron o habrían sido asesinados, ya que para el sustento de la tripulación de la balsa sólo se les entregó una bolsa de galletas del buque (consumida en el primer día), dos contenedores de agua (perdidos por la borda durante las peleas) y unos barriles de vino.

Según el crítico Jonathan Miles, la balsa arrastró a los supervivientes "hacia las fronteras de la experiencia humana. Desquiciados, sedientos y hambrientos, asesinaron a los amotinados, comieron de sus compañeros muertos y mataron a los más débiles." Después de 13 días, el 17 de julio de 1816, la balsa fue rescatada por la nave Argus únicamente por suerte ya que no hubo ningún intento de búsqueda de la balsa por parte de los franceses. Al momento del rescate solo habían sobrevivido 15 hombres; los demás habrían sido asesinados o arrojados por la borda por sus propios camaradas, muertos por inanición, o se habrían arrojado ellos mismos al mar en su desesperación.



(Continuamos contemplando el naufrágio)

13 de julio de 2010

RESUMEN VERANIEGO

Ceretano intentando salvar al Toro en un mar de descastamiento