29 de julio de 2009

TAPABOCAS












Un anónimo, intentando arrebatarme la alegría, me recuerda, tras lo de Valencia (ese 2º y 5º), lo de los "Adolfbobos" del año pasado, de alguno anterior, y parte de este.
Eso pienso yo también muchas veces, sin la mala baba del anónimo, pero de vez en cuando se nota que el que tuvo retuvo, y los "toritos" me arrean unos tapabocas tremendos...
(Gracias por hacérmelo recordar, anónimo)
Como este año en la corrida concurso (despojos que arrojan los señoritos del palco y los despachos a esa panda de famélicos perros callejeros de los tendidos llamado afición), donde uno iba a ver al Escolar y al Moreno de Silva, y llegó el de la lista negra (esa que me gusta tanto)... y fue el más bravo.
Comadrón: "precioso de lámina, chiquitito pero de gran trapío, serio el toro, muy bien hecho y muy bien criado, de excepcional presentación, rematadísimo" se fue 6 veces 6 al caballo.
Por eso le rendimos tributo aquí, en su nombre, a una casta.

(El video sólo merece la pena hasta el sexto puyazo, a partir de ahí... mejor lo dejamos. Los comentarios de la gente alrededor no tienen precio... disección pura y dura del toro y la lidia como en el teatro quirúrgico de Padova...)

27 de julio de 2009

ICONOCLASTAS








y
Video de novillada "iconoclasta" sin picadores)


iconoclasta.

(Del gr. εἰκονοκλάστης, rompedor de imágenes).

1. adj. Se dice del hereje del siglo VIII que negaba el culto debido a las sagradas imágenes, las destruía y perseguía a quienes las veneraban.

2. adj. Se dice de quien niega y rechaza la merecida autoridad de maestros, normas y modelos.


Sinónimo de iconoclasta: taurino (ya sea torero, ganadero, periodista, aficionado, veterinario, empresario, político...)


El Toro, ese animal venerado por estas tierras desde hace milenios y todavía hoy por algunos pocos, muy pocos, está siendo arrojado a las más bajas simas de la degradación por esa panda de renegados saqueadores chapuceros hijos de la gran puta (así, directamente) que se han hecho con el control de este espectáculo prostituyéndolo impunemente. Uno intenta ser comedido, educado, moderado... ¡A la mierda!
Este país, desde los Pirineos a Canarias, vacío de ciudadanos aunque repleto de gentes, la mayoría analfabetos funcionales y miserables supervivientes del más desolador atraso y del más devastador progreso, no es capaz de demostrar respeto, interés, curiosidad por nada. Ni intelectual, ni sentimental... Sus habitantes: una horda alcohólico balompédica sobrehormonada abyecta y completamente banal. De arriba abajo... Una "probe" gentuza aplastada y masacrada por el mal gobierno y la mediocridad (desde la Inquisición pasando por el franquismo hasta llegar al desarrollismo actual) que les ha sido impuesta y que ellos mismos han pedido como borregos en el matadero. Un pueblo casposo, por mucho H&S que gaste, digno hijo de sus eternas, codiciosas y supurantes élites, que intenta sobrevivir en medio del gran saqueo.
Y ese pueblo, a pesar del machaque continuo, tenía un orgullo, un honor, un saber que destilaba gotas poderosas de poesía, música, danza, literatura, pintura... y la tauromaquia.
Rosales, con espinas, muchas espinas, crecían en medio de un vertedero.
Rosales únicos.
Pero llegan los nuevos ricos mamaos y se mean en la planta.
Eso es lo que hay.

Toca podar de urgencia o dejarla morir en una lenta decadencia.


25 de julio de 2009

EN EL GALLINERO

(Munición)

"Lo que pretende el taurinismo -junto con otros propósitos todavía más indignos y superficiales- es tal vez inventarse a principios del siglo XXI, una nueva época dorada del toreo que, bien mirado, no ha llegado a existir. Me explicaré: todo espectáculo necesita, para serlo, conseguir credibilidad ante los espectadores: si no es creído por los espectadores, el espectáculo no existe como tal; la tragedia del gran espectáculo, de la gran ópera que hoy muchos querrían que fuese el toreo moderno, es que no puede llegar a ser creído por los espectadores de su tiempo, porque hay todo un gallinero abarrotado de reventadores que, desde que se alza el telón hasta que los alguaciles se ven obligados a desalojar la sala, no han dejado de patear un solo instante. Con semejante pateo de los reventadores el espectáculo pierde toda posible credibilidad y se malogra como un niño nonato. Y así puede que la nueva época dorada del toreo nunca llegue a existir. La amargura de las actuales generaciones es que esta época nunca llegue a ser reconocida con sincera convicción como tal. ¿Por qué a nosotros? dicen estos espectadores. Porque dejasteis -les contestan- que el gallinero se os abarrotase de rufianes, carentes de todo sentimiento de grandeza, renuentes a todo entusiasmo, insensibles a la sublimidad del toreo moderno; por eso vuestro toreo moderno acabará redundando en un fracaso estrepitoso. Y aun desde el principio dejasteis que el argumento mismo fuese discutido por esa partida de indocumentados, de perros callejeros, de talibanes gritones y pancarteros. ¿Cómo queríais que con esa gentuza abarrotando el gallinero saliese adelante el sublime espectáculo taurino que viene a ser toda corrida moderna, comprensible tan sólo para espíritus egregios y elevados? Todo lo cual me sugiere que, en lugar de una actitud festiva, lo indicado sería, precisamente, retener la noble tradición de los reventadores del taurineo, hoy tan alicaída -que si los reventadores de obras malas siempre fueron saludables para el teatro, no digamos lo urgentes que serían para la tauromaquia actual-, y revolverlos de nuevo no sólo contra el taurineo, tal como los pateadores de antaño se revolvieron, sino contra las propias instituciones.

(...)

Aunque el pateo de los reventadores llegue a ser de tal magnitud que las fuerzas del orden se vean obligadas a intervenir prohibiendo toda discusión o predicación por parte de los aficionados sobre lo acontecido en la plaza y confiscase cualquier escrito o pancarta referido a ello, el único logro de los reventadores sería malograr el éxito del espectáculo en el crédito popular y desprestigiarlo ante la crítica.

(Este texto es un fusilamiento del artículo "La envidia del imperio", de Rafael Sánchez Ferlosio. ¿Cómo deben actuar los aficionados ante el atropello continuo al que se ven sometidos desde todos los puntos posibles en todas las plazas posibles? Mi respuesta: reventar el pseudo espectáculo. No servirá para nada, dicen, pero por lo menos constará en acta, digo)

22 de julio de 2009

MORALEJA

(Moraleja, Cáceres, 11, 12, 13 de julio 2009)
Cebada Gago, Partido de Resina, Victorino Martín

(Los areneros de Extremadura)

(La plaza de Moraleja)

(Sombra)

(Sol)

(La banda del pasodoble asesino)

(Ambiente festivo)

(Nada con el percal en tres días)

(1er desmayo y capea, Cebada)

(2º desmayo y goyesca, Cebada)

(Suerte de varas, Cebada)


(Suerte de varas, Partido de Resina)



(Banderillas)

(El colorao de Cebada)

(Ratoneando)

(Apuros)

(Intentándolo con el Victorino de vuelta al ruedo)

(Matando)

("¡Dale las orejas, qué no son tuyas!")

(Final)

(Final 2: Nolotil... tanto pasodoble)

Resumen de un desmemoriado


Del 11 al 13 de Julio tuvo lugar en Moraleja, Cáceres, Extremadura (8.000 hab. aproximadamente) un ciclo de novilladas con picadores protagonizado por las ganaderías de Cebada Gago, Partido de Resina y Victorino Martín (la primera en 40 años decían por ahí). ¿La plaza? la plaza del pueblo. ¿Ambiente? de fiesta de pueblo... impagable. 40 grados a la sombra. A veces, como cuando se desmayó un caballo, parecía una goyesca de las de antes. ¿Los toros? novillos de desecho (mediopelo diría Victorino). Nada parecido a un Ceret, no bajó la Virgen, nadie lo esperaba. Hubo de todo, pero gracias a la ineptitud general en la lidia por parte de los novilleros, muchas veces no se pudo ni intuir que era lo que se ofrecía. Mucho monopuyazo asesino (aunque alguno entró hasta tres veces) y dos pares de banderilla por toro, bastantes con nocturnidad y a traición. Alguno buen novillo hubo, eso sí, o eso me pareció. Los Cebada Gago, casi de carretón se decía en mi pueblo. "Tanto Cebada, tanto Cebada...". Me gustó el colorado primero aunque manseó un poco en varas. Cuando embestía levantaba arena con las manos que me daba en la cara, arriba en los tendidos. Tan abrochado de cuernos que pasa un año y se los clava en los ojos. Los Partido de Resina... que nadie espere que vuelvan por sus fueros. Descastados aunque un par fueran salvables, algunos se quedaron inmóviles (el segundo tras tres puyazos automedicados), marmóreos, aplomados, en la faena de muleta. Los Victorinos... los mejores, para un lleno total. Para un servidor: demasiado nobles, un poco como con los Cebada. Pero por lo menos alguno tuvo un poco de picante (el lote de Nuno, me parece recordar: tobillero, duro de patas, boca cerrada hasta la muerte). ¿Los Novilleros? en novillero. Nervios y ganas de agradar. Muchas ganas. Por supuesto, mucho que aprender... de lo bueno. De lo malo ya saben bastante: Ratoneando en cuanto pueden. Sin cruzarse, mucho pico, ahogando la distancia, ni un lance con el capote en tres días, pegándose el arrimón, cuidando los animalitos más débiles, convirtiendo la lidia en capea, mirando al presidente a la hora de las orejas, mechando morros para descabellar... ¿El público? Amable es decir poco... Cada vez que moría un toro pedían un diluvio de orejas. Felices, en fiestas ¿Quién se las iba a negar?
Yo, con los malditos pasodobles retumbando en mi cabeza, tomaba un nolotil, sonreía y controlaba mi naturaleza de aguafiestas camino de casa.

Moraleja: faltó picante.
(Como casi todos los días)

20 de julio de 2009

DOLORES



Doña Dolores llora porque en sus corridas la figura del picador adquiere unos tintes oscuros de malo de película. El típico matón del jefe que se encarga del "trabajo sucio", como Clemenza, o mejor, Luca Brasi, en El Padrino. En vez de partir unas piernas en un callejón oscuro arrea puyazos con barrena tapando la salida. No hay compasión, son sólo negocios... y el jefe, ese chulo engominao vestido de luces, es el que manda...

(El matón)

(Las ilustraciones: del Batacazo, uno de mis favoritos)

17 de julio de 2009

HERENCIAS

Esplá y Morante

Joselito y Esplá

Belmonte y Morante

MAPA DE LA CASTA