EXIGENCIA

"Las imágenes son a mis ojos una perfecta ilustración de la bella teoría de Giorgio Agamben, según la cual una curiosa y profunda exigencia se infiltra siempre sin avisar en las fotos verdaderamente bellas: el sujeto o los sujetos fotografiados exigen algo de nosotros. Agamben dice que el concepto de exigencia, “que no hay que confundir con necesidad factual”, le gusta particularmente. Para él, a pesar de que hoy la persona fotografiada haya sido totalmente olvidada, a pesar de que su nombre se haya borrado para siempre de la memoria de los hombres, a pesar de todo esto –o a lo mejor por esta misma razón-, esta persona, este rostro exigen su nombre, exigen que no se les olvide". Enrique Vila-Matas

(Esta foto resume al Fundi, en un día como hoy en el que merece ser recordado. Después de la pelea dice al contrincante: "Shhh... no te muevas, no te levantes, quédate ahí". Porque al Fundi no se puede exhibirlo como si viniera triunfante de un baile. El Fundi no es estético, es algo venido de las mesetas agrestes, algo salido del pasado. Físicamente es tosco como su toreo. Parece mal hecho. Piernas zambas, cuerpo diminuto, brazos cortos, no tiene cuello. Todo esto multiplicado por un estrafalario atuendo que no le favorece. Al Fundi, además, no se le puede presentar limpio, guapo, victorioso. Él es otra cosa. Harapiento, sucio, hambriento de ojos y de tripas. Duro. Al borde de la derrota siempre pero con orgullo siempre. Uno de esos españoles curtidos en mil batallas que formaron los tercios de Flandes. En su cara se podría afilar una cuchilla y esas manos matarían sin necesidad de aceros... Pero con el terno rosa roto y repleto de manchas, los zapatos llenos de polvo, y si no miras su rostro y sus manos, parece el cuerpecito frágil de un niño apaleao, zarandeao. Un niño valiente que se pelea contra gigantes en el recreo... Entonces me doy cuenta de que en esta foto, nada estética, hermosa, estilizada, está resumida gran parte de la verdadera belleza del toreo)