EL TOREO GORE

El cine splatter o gore es un tipo de película de terror que se centra en lo visceral y la violencia gráfica. El vocablo inglés "gore" significa en español "sangre". De ningún modo se puede definir mejor este género, en el que lo importante es mostrar el mayor número de mutilaciones, tripas y litros de sangre. Por supuesto, no siempre se limita a esto, y si bien muchas películas muestran la sangre como único reclamo, otras han usado el gore como vehículo de expresión artística, de crítica social, de elemento terrorífico, o incluso como elemento principal de las más hilarantes comedias. Estas películas, mediante el uso de efectos especiales y exceso de sangre, intentan demostrar la vulnerabilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación. Mientras en las películas de terror se tratan temas como lo desconocido, sobrenatural, oscuridad, entre otros, el miedo del género splatter consiste en la destrucción física del cuerpo humano. El cine de terror intenta restablecer el orden social y moral mediante el triunfo de la fuerzas del bien sobre el mal, en las películas gore abunda la falta de trama y orden. El espectáculo violento reemplaza cualquier intento de estructura narrativa, ya que el gore es la única parte de la película que es consistente.

Con lo de José Tomás ayer algunos hablan de película de terror. Yo lo veo gore (casi snuff por su veracidad). La sangre no era el único reclamo, pero fue utilizado como vehículo de expresión artística (sí esto no es verdad que baje Dios y lo vea), y ya se sabe como es la plaza cuando la huele. Se excita y empieza a soltar poesías sobre los héroes, la epíca (que grima) y la "sangruza biscosa", los "cuajarones de sangre" y la "carne colgando", sobre la muerte y la gloria... ¡y yo digo basta! Cine de terror sí (toreros sin ventajas ante toros de verdad estructurado todo entorno a la lidia), películas gore no (espectáculo violento sin orden ni concierto). ¿Dónde quedo la difícil facilidad para dominar un toro bravo? (Pedro Romero: más de 5000 toros estoqueados, 0 cornadas. ¿Figura de pitiminí? Lo dudo. Lidiador, dominador, matador de toros...) Ahora solo veo torpeza y valor ante un semitoro. ¿Dónde no hay lidia qué es lo único consistente? creo que la emoción y la sangre... Ahora algunos se purifican en esa misma sangre, aunque sea producto de la ineptitud, creen que así se elevan sobre esta aséptica realidad que nos rodea. Creen que así aportan seriedad y cultura a la casposa postal que muchos asocian con la fiesta... A veces esos me parecen los más ridículos de todos, hijos de Sánchez Dragó (peor que serlo de mil padres) que andan revolcándose en charcos de sangre y despojos de bestia para sentir la España mágica. Se movilizan para rodearse de 24.000 almas (¿20.000 sectarios?) y de esta forma impresionarse y alcanzar el orgasmo cósmico como si de un campo de marte nuremberguiano se tratara ante la croqueta rebozada en sangre y arena. Por eso salen de la plaza como salen, extasiados y creyendo en un hombre como si fuera Dios. Emocionados y encrespados, llamando gilipollas e hipócrita al que no ha salido convencido (¿abducido?), al que dice blasfemias...

Pero porque yo creo en otra forma de ver los toros, no la gore, para mi decir gilipolleces y blasfemias es otra cosa. Es decir que el toreo no es torear. Es decir que es crudo ver a alguien cobrando 800.000 euros ante semitoros elegidos a dedo con público fanático y no precisamente interesado en la fiesta. Para mi, gilipolleces, es comparar a José Tomás con Rafaelillo...