Al quinto toro de José Escolar, Cerillero, toro antiguo, manso, malo, descastado y que parecía una fiera corrupia, Robleño se lo llevó con la muleta hasta los medios, doblándose con él, tocándole las orejas y pudiéndole por bajo.
Sí en ese momento hubiese llevado la espada de matar y, a continuación, allí en el centro del ruedo, le hubiera dado un estoconazo hasta la bola haciendo que el toro cayese rodado... Entonces, señores, por tan rancia faena, digna de verdad como homenaje a Joselito "el Gallo" en el 89 aniversario de su muerte en Talavera, yo hubiera sacado el pañuelo de mi bolsillo.
(Por supuesto eso no pasó y la faena se alargó unos minutos infumables)
4 comentarios:
Le mejor que he leido sobre toros en mucho tiempo, gracias.
Muchas gracias, aunque no me fio mucho de los anónimos...
un saludo
Enhorabuena.
Con tu permiso lo traduzco en frances para publicarlo en camposyruedos :-)
Será un honor.
Un saludo
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