30 de diciembre de 2009

ACTITUD


(Malos tiempos de verdad)


No debería uno contar nunca nada, empieza Marías su Tu rostro mañana, pero a veces, también, siente uno la necesidad de contar algo para quitárselo de encima. Una cosa contada más entre todas las demás. Una gota en el océano. Una palabra en Moby Dick. Ahora que acaba el año, más icluso, sobre todo algo como esto, intentar dejarlo aparcado indefinidamente en esa hoja del calendario que pasa para no volver. Aunque uno sepa que es ridículo porque esa hoja es sólo papel y la vida no para y lo que uno cuenta importa y permanece. Pero si fuera uno discreto, instropectivo, seguro, uno no tendría una bitácora. Uno quiere contar, aunque no se entienda a si mismo ni lo pretenda.
Toda esta disgresión torna, y uno es incapaz de dejar de pensar que esto sea una simple coincidencia, alrededor de la página 666 del único volumen donde se ha reunido la trilogía del escritor madrileño. Aquí se habla de la más repulsiva contribución a la lidia y siento, a pesar de tener la coartada de partir de un detalle y no del meollo del asunto, un poco de pudor al ofrecerles esto, una barata reflexión taurina. La repulsiva contribución es una que se llevó a cabo durante la Guerra Civil y que yo no voy a contar porque no viene al caso y por no arruinarles ni viciarles ni oscurecerles ni ensombrecerles la afición. Asi nos las gastábamos en España, imagínense. Pero bueno, el pequeño gran detalle del que brota esta inocua reflexión es la muerte de un hombre. Emilio Marés. "Andalúz, muy simpático, ingenioso, era presumido con gracia y frivolo con deliberación, se las daba de anarquista pero sin ninguna solemnidad, incluso en sus peroratas había siempre algo de guasa, y además iba como un pincel, de punta en blanco". El inicio de la Guerra lo pilló en su casa... Cuenta Marías a través del protagonista que oye lo que su padre le cuenta que oyó a un escritor fascista: "en Ronda, llevaron a tres presos a las afueras para fusilarlos con la primera luz, y, como era costumbre, les ordenaron cavar (era costumbre en ambos bandos, y me temo que en los de cualquier guerra también). Uno de ellos, "un lechuguino llamado Emilio Marés", esas fueron sus palabras, "hijo de un alcalde rojo de por allí", se negó, y les dijo a sus verdugos: "A mí me podreís matar y me vais a matar. Pero a mi no me toreáis". No estaba dispuesto a hacerles parte del trabajo, vamos". El resto lo encontrarán en el susodicho libro...
De los cadaveres brotan flores canta el amigo hipersensible de Coixet, y mi reflexión es musgo en la tierra de una uña de ese cuerpo muerto. Seguramente ni le gustaban los toros, pienso. No puedo dejar de contar de todos modos. Es lo que hay. Y lo que hay es que, la digna actitud ante la muerte de este hombre me ha recordado esa frase de Bleu (y aquí ustedes pueden empezar a plantearse si mi afición a los toros es sana), creo, y de tantos otros, donde define al toro bravo como ese que sale a la plaza dispuesto a NO dejarse matar, a complicar la vida a su oponente. Como Marés. Ahora es justo lo contrario, se busca al compañero en la creación artística, al colaborador, por qué no, al colaboracionista (hasta con recompensa de vida eterna)... ¡Cómo ha cambiado el planeta de los toros que ahora aplaudiría al que cava su propia tumba... y al que se enfrenta a estos pobres!

6 comentarios:

Ludovic Pautier dijo...

señor solymoscas,
el libro de marias saldra traducido al frances la semana que viene. me lo aconseja su alma de lector sensible y enterado ?
gracias por su cronica como siempre extirpada de un excelente baril de reflexiones y le deseo todas las felicidades necesarias para el año nuevo que nos toca.
esperando verle por nuestras tierras un dia de estos.

ludo

pd : ay , y mi regalos para vd. dos letras.
la primera que se la puede cantar pensando tambien en el toreo ...y en el toro :
"el cante por solea
dice mucho en una boca
y en otra no dice na' "

la segunda, por nada. por ser letra que me gusta :

"cuatro besos a una mujé
siete copas de aguardiente
un fandango bien cantao
y que luego viene la muerte"

Antonio Díaz dijo...

Leí en su día la historia de Emilio Marés en el libro de Eslava Galán ``Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie´´. No pienso desvelarla a sus cuantiosos lectores, pero si que me pica la curiosidad por saber quién es ese ``lidiador´´ tan aclamado y famoso después, tanto que ``un ministro muy democrático ayudó a llevar su ataúd´´.

Saludos y Feliz Año Nuevo

sol y moscas dijo...

sr Díaz espero aclararle el asunto con esta entrevista:

- Me interesó mucho una historia que cuentas, la del escritor Emilio Marés. ¿Es real?

- "Es real el hecho. Hay dos atrocidades de la Guerra Civil que son relatadas en un momento dado por el padre del narrador. La primera es algo escuchado en un tranvía madrileño en el año '36, se la he oído contar a mi padre. La segunda es una historia que sucedió: lo que es ficticio es quiénes lo hicieron y la escena en que esto se relata. Pero el hecho sí, se lo he oído contar a mi familia. Lo hizo una partida de gente de alta sociedad, del bando así llamado nacional, o franquista".

http://www.emboscados.com/foro/viewtopic.php?TopicID=865

Sr. Ludo, Marías es un excelente escritor, siempre recomendable (más aun si uno es anglófilo o siente simpatía por el personaje: siempre él), pero ante "Vida y destino" de Grossman o cualquier libro de Bernhard, me parece puro y llano entretenimiento (de calidad)... Ahora es cuando usted decide si tiene tiempo para leer más de 1.300 páginas...

Gracias por su regalo, le dejo yo uno que no dejo de canturrear...

porque morir es natural,
yo no temo a la muerte,
le temo más a la vida,
porque no sé dónde voy a llegar con esta cabecita mía.

Un saludo

Ludovic Pautier dijo...

en cuanto a grossman (leerle), segui su consejo y me quedo para siempre con ana y victor strum.
ahora estoy con max aub. extraordinario.
y sabado con la peli de jarmush.
marias tendra que esperar.

ludo

sol y moscas dijo...

Sr. Ludo, lo bueno de Marías es que si le dijeramos esto, mencionandole los autores que han salido al paso, creo que lo encajaría con bastante caballerosidad...
Sobre Grossman, le recomiendo también "Todo fluye" su novela postuma. Ahora han publicado en castellano una recopilación de artículos, supongo que me lo regalaré en breve...
¿Qué peli de Jarmush? ¿la del edificio madrileño? ya me contará usted...

un abrazo

Ludovic Pautier dijo...

si, la de "limits of control".madrid, sevilla , almeria.
no la mejor de su camino pero una piedra de toca para quien quiera escuchar antes que de gesticular.
talegon de cordoba encendiendo un puro, que clase !
y para vd el primer abrazo de 2010.

ludo