6 de marzo de 2011

AGONÍA



Aficionado: Escéptico al servicio de un mundo agonizante


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ser aficionado, siguiendo más a Ortega que a Cioran, es una bendición: supone amar algo desinteresadamente y sin necesidad de ser continuamente correspondido.
Que nos lo digan a los aficionados a los toros ¿o no?
Desperdicios

sol y moscas dijo...

¿Una bendición? ¿amar a una puta a la que andan prostituyendo con casposos? encima ella ya no me ama a mí... ha cambiado, no la reconoce ni la madre que la pario...

maldita sea!!!

Anónimo dijo...

Maestro Sol y Moscas ¿siempre nos quedará París, con fundamentos y seguro que habrá correspondencia?... a ver si acaso y disfrutamos o mejor nos emocionamos, qué le parece?
Un saludo
Pgmacías