30 de agosto de 2007

PALMARIO


Siempre he querido colgar esta foto de Tony. Desde la primera vez que la vi me impactó. Me suele pasar cuando me sueltan una verdad a la cara. Una muy evidente. Como las que nos sueltan a veces los niños. Que hasta pueden parecer una tontería, o algo obvio.
La foto es simple: una foto de un edificio. Como miles de las que hacen miles de turistas que pasan por cualquier ciudad. Sí hubiera alguien de frente a la cámara, saludando, sería una más de tantas...
La podría haber hecho hasta un niño...
El edificio es una plaza de toros. Creo que facilmente reconocible. Sus exteriores. Un día cualquiera. A mediodía o por la mañana. Buen tiempo. Facilmente en primavera.
Arriba, nuestro artista ha retocado digitalmente la foto. Seguramente utilizando la sofisticada técnica del Paint. Ha rodeado la parte superior de la fachada con un denso trazo rojo grueso, burdo, de marcado caracter feísta, que denota un estilo nada académico ni inclinado por las vanguardias. Un estilo casi infantil...
El dibujo está colocado a modo de punto de mira. Centrando nuestra atención en el cartel que preside su portada. En el cual se puede leer: PLAZA DE TOROS. Todas en mayuscula. Con el 1929, año de su finalización, encima.
Observamos que el punto de mira no está cerrado, y por donde debía cerrarse, en su lado izquierdo, sale una línea que lleva a un texto del mismo color, se supone que de marcado índole aclarativo. En él está escrito: "Aquí pone plaza de toros, algunos piensan que es de toreros".
Como escritor, nuestro artista posee un estilo semejante al de pintor: vigoroso, enérgico, preciso, de evidente sentido crítico. Rotundidez monumental en el rotulo. Palabras dignas de un niño. Sin ningún artifício. Palabras con mordiente que despanzurran la realidad mostrandonos la verdad desnuda. La verdad de que el Rey está desnudo. La verdad de que a la plaza, la gran mayoría va a ver a los toreros...
Y lo que es peor, nada le importan los toros...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

........vale vale..creo que voy entendiendo un poco de qué va esto...........

José María JURADO dijo...

Si no hay toro nada importa, si no hay torero ¿qué más da?

Es la plaza de toros, donde los toros "se dan", no donde los toros se placean, eso se llama cortijo (y es de toros, no de toreros, debiera)

sol y moscas dijo...

Nadie niega la importancia del torero, pero creo que, hoy en día, tampoco se puede negar la injusta supremacía de su figura sobre la del animal.
Por otro lado, permitame decirle que no entiendo muy bien la diferencia entre "dar" y "placear" toros. De todos modos, en el diccionario del Cossio, a la voz Plaza se la define como lugar cerrado y dispuesto para correrse toros. No lugar cerrado dispuesto para la actuación de toreros.
Ya sabe usted de mi obsesión por los verdaderos significados de las palabras que utilizamos.
un saludo.