El aficionado es un bendito de Dios... Por eso se las lleva todas como un San Sebastián...
La fiesta es una Señora... Por eso la drogan y prostituyen como una furcia...(Fijense en los dos Vegahermosa que se enculan a sus pies... ¿O son Torrehandillas?... Perdonenme el tono, pero con la muerte de Fernando Fernán Gómez se me ha subido la bilis al cerebro...)
8 comentarios:
Signor Sol y Moscas ,gracias pero me adelantaron y ya no puedo,me comprarè el dvd y me lo regalarè para Navidad.Le contesto aquì que en Toro Toreroy Aficiòn no tengo pase directo.
Muy efectivos los gravados en blanco y negro.
Disfrute de una serie en tiempo real en estos días de cinetismo... No será dinero malgastado...
Un saludo.
Sol y Moscas
Señor Solymoscas: No me tome por una "sabijonda", no sé ni a tocino aunque me hunte. Pero como me corroe una duda desde hace días, voy y se la consulto. La segunda foto que usted publica, la de la mujer reventada en una cama, ¿pertenece a la serie que la policía londinense realizó sobre los crímenes de Jack el Destripador? Me choca el galgo. De lo contrario, son de un expresionismo brutal, ¿quizás de Egon Schiele?
La condesa de Estraza
Condesa: ¿El "San Sebastian", no tiene su puntito mishimico?.
No me suena a Schiele.
Señor Papa Negro tiene usted razón, no es Schiele (GRANDE), pero el ojo de la Condesa se aproxima mucho. Es Otto Dix, otro expresionista, pero alemán en vez de austriaco... de todas formas me quito el sombrero ante su "sabiojondura" Señora... (además de que a mi también me trajo a Jack a la cabeza)...
Un saludo... y gracias por citar a Mishima en mi blog, Señor Papa Negro...
Está claro que no era de Mishima y seguidores . Mishima era apolíneo y narcisista y por tanto muy lejos de esta estética.
Debiera de haber pensado en Dix o en otros expresionistas borrascosos.
Chapeau condesa. Está usted que se sale.... (pero no acabo de ver claro el asunto del rap de Kaparra y su enlace con los tanguillos).
Soy un antiguo, condesa. Usted intemporal y por tanto eterna.
El papa negro
El papa negro:
Si le interesa Job, vea el óleo de Dix tras sobrevivir a la guerra.
Job, 1946
En 1946 Dix regresa de su cautiverio francés a la dividida Alemania de posguerra y, a diferencia de muchos compañeros de la modernidad, emprende una ruptura radical con su propia evolución estilística y métodos artísticos. Tira por la borda “los trastos renacentistas” y retorna a sus propios inicios: al expresivo y simbólico incremento de los aspectos expresivos en la técnica alla prima. El neoexpresionismo y el alegorismo cristiano del Dix tardío son hasta hoy motivo de disputa y controversia. El pintor encuentra en Job, el gran hombre resignado del Antiguo Testamento, una figura ejemplar y trágica y un símbolo dolorosamente actual de culpa y expiación en un mundo destruido. Con la expresiva reinterpretación de la iconografía cristiana, y tras la inseguridad existencial, Dix vuelve a garantizarse una realidad transformada a nivel metafórico. Con el lenguaje formal de su expresionismo verista de posguerra plasma imágenes de su época de enorme agudeza y densidad expresiva. Su Job no es únicamente lamento, sino que plantea la cuestión de la responsabilidad y dignidad del individuo.
Textos: Ulrike Lorenz
Gracias por la información, sinceramente desconocía esta obra de Dix...
(Usted está tentandome y al final caeré en los antiguos testamentos...)
Un saludo.
Publicar un comentario