"Dios, que resaca... veintitantos días sin hacer na... ¿o sí?... el apoderao me va a matar... que ciego, que viaje... Dios mío...". Así me levanté el domingo. Tengo que confesarlo: soy un yonki. Me chuto con droga y estoy enganchao. Ando por las plazas merodeando. Medio flaneur, medio esperpéntico. Siempre por la sombra del sol. El que está en la esquina del desolladero fumando. El que, como mucho, se deja ver por andanada solo o con otra sombra. Sin copas en la mano. Cuando doy un buen palo: tendido alto de sol. Así es mi vida. Pidiendo. Cuchicheando por lo bajo. Renegando con la mierda droga que me venden en la plaza. La droga de antes sí que me ponía. La de ahora es tan mala que van a conseguir que lo deje. Mierda traficantes. Mierda camellos. Mierda droga... Siempre cortada...
La droga que no consigo olvidar se llama T y es dura. No todos pueden con ella. Algunos la odian. Luchan contra ella e intentan prohibirla. Aquí en España es legal porque somos unos animales y estamos enganchaos desde hace ya generaciones. Yo fijo que me enganché en el vientre de mi madre. Lo mamé de sus pechos. Este vicio... A mi me cogió fuerte. Me hace rondar plazas. Gastar mi dinero. Desplazarme lejos para conseguirla pura... porque ahora la buena está muy difícil de conseguir. Eso de que en Madrid la mejor droga del mundo... eso ya se acabó. Dicen que era la cuna del T... y no han dejao ni la canasta. Pero los drogatas de hoy en día se conforman con la basura cortada que les ofrecen. Así está el panorama. Unas risas, unos pelitos de punta, algún escalofrió por la nuca... no saben que está droga es mucho más. He visto en algunas plazas a chavales puestos hasta el culo de placebo con los ojos abiertos, extasiados, dando palmas como locos. Como si se hubieran inyectado una buena dosis. Pero no. Ni siquiera han rozado el abrasador torbellino. No se han sumergido en las simas más profundas... No han visto a la Virgen... Un buen viaje de T es otra cosa... No la mierda que me hacen meterme hoy en día. Ahhhh, los buenos viejos tiempos...
La droga que no consigo olvidar se llama T y es dura. No todos pueden con ella. Algunos la odian. Luchan contra ella e intentan prohibirla. Aquí en España es legal porque somos unos animales y estamos enganchaos desde hace ya generaciones. Yo fijo que me enganché en el vientre de mi madre. Lo mamé de sus pechos. Este vicio... A mi me cogió fuerte. Me hace rondar plazas. Gastar mi dinero. Desplazarme lejos para conseguirla pura... porque ahora la buena está muy difícil de conseguir. Eso de que en Madrid la mejor droga del mundo... eso ya se acabó. Dicen que era la cuna del T... y no han dejao ni la canasta. Pero los drogatas de hoy en día se conforman con la basura cortada que les ofrecen. Así está el panorama. Unas risas, unos pelitos de punta, algún escalofrió por la nuca... no saben que está droga es mucho más. He visto en algunas plazas a chavales puestos hasta el culo de placebo con los ojos abiertos, extasiados, dando palmas como locos. Como si se hubieran inyectado una buena dosis. Pero no. Ni siquiera han rozado el abrasador torbellino. No se han sumergido en las simas más profundas... No han visto a la Virgen... Un buen viaje de T es otra cosa... No la mierda que me hacen meterme hoy en día. Ahhhh, los buenos viejos tiempos...
A lo que íbamos, hace unos veintitantos días intentando rememorar esos gloriosos subidones me acerqué a ver a Esplá. Uno de mis mejores camellos. Uno de la vieja escuela. Algunos lo llaman timador, pero siempre fue una debilidad mía, con mi estampita suya y todo cerca del corazón. 100% respeto. En cuanto puedo, recordándole... Pero ahora está en horas bajas... Y creía que me iba a dar fusca... Pero me metió un buen viaje. Sí, un buen viaje de T es lo que me metió el otro día Esplá. Así que voy a contarlo. Para que quede constancia de lo que eso fue...
Allí con el Legionario y el Pol. Vampiros. En sol. Hacía viento. Malo para drogarse. Se volaba la sustancia. Aburrimiento. Y salió Esplá con su segunda dosis. Su droga me produce destellos en el primer tercio del viaje. Destellos de droga vieja. Ciertos puntos del cuerpo sufren pequeñas punzadas. La inyección va hundiéndose dentro de la piel lentamente. Todavía no estás colocado pero el saber que lo vas a poder estar te acelera las pulsaciones. Paladeo la droga. Puede que sea buena. No está muy cortada. Sólo un poco. ¿Demasiado dulce el componente? ¿Lo compensará Esplá por otro lado? Dicen que se retira y ya no habrá más de esta mierda... La aguja entra en la vena. 2º tercio del ciego. Siempre fue uno de sus fuertes. Me encuentro sonriendo con los ojos cerrados. Hablo con el Legionario. ¿Y sí de despedida se ha propuesto venderla pura? La sangre empieza a mezclarse con la droga que entra en mi torrente sanguíneo. Cosquilleos por el brazo derecho. Jugueteos típicos suyos. Ahora la droga comienza a cabalgar. La controlo. La paro. La meto y la saco jugando con el embolo. Es buena. Sudor por la espalda. Joooder, es muy buena. Tres potentes chutes de puro T por el derecho hasta el pecho y por abajo también, con desprecio y todo. Me cambio al izquierdo. Por ahí entra directa a no sé donde... Los chutes por la izquierda son los mejores si se consiguen hacer bien. Este es el caso... De lleno inunda mi pecho otra vez. Divertida. Bulliciosa. El viejo cabrón me ha cogido de sorpresa. Los yonkis a mi lado, los más duros, los más correosos, tienen el vello de punta y juran por sus madres casi en trance como yo. Mi cuerpo está flotando. Grito. Doy palmas. ¿Yo? Vamos, como cuando era chaval. "Torero, torero" resuena en mi sesera. La sonrisa " a lo Esplá" se instala permanentemente en mi rostro. La droga juega con difícil facilidad por mi corriente sanguíneo. La droga se gusta. ¡Qué vieja y que rancia! ¡Qué buena! Mi alma camina por delante suya... pisando las flores que esta le arroja, luego se agacha, las recoge, y se las devuelve, para que ella camine por encima también... Queda todavía un poco. Un pequeño chute en los tobillos a pies juntos. Luego, en el momento más importante, toda la droga acumulada se dirige al corazón. Esplá hace que la droga reciba al corazón... Un orgasmo. Me levanto. Tarda un poco más de lo que debería en acabar el ciego, pero estoy tan colocado que todo me da igual. Me convierto en un OLE de carne. "Torero, torero" es un mantra entre los yonkis a mi alrededor. Gritos. La cabeza me da dos enormes vueltas. Eternas y fugaces. Me siento. Apatía post coito. Fumo droga blanda e intento revivir. Es la primera vez de muchas que vendrán. Lo sé. Estoy medio muerto. Casi me da una blanca. La tensión por los suelos... Pasa media hora donde me ofrecen droga otros. Me la meto. Por el viento o lo que sea... Nada. Me tumbo. El final del ciego se acerca. Me siento levantado por un tumulto. Nada cómodo. Nada de flotar. Siento que soy el cadáver de Jomeini o el de Arafat en sus funerales. Dentro de un ataúd rodeado por el pueblo enfervorizado. Agarrado por veinte mil manos. Miles de tirones. Convulsiones. Trance total. Con la sonrisa permanente en el rostro...
Esto ha sido droga dura. Pura. Droga que me hará seguir vagabundeando de feria en feria, de plaza en plaza, buscando algo parecido... Salgo dando tumbos. El Legionario se va de Cármenes y yo de Martirios. Completamente drogado... A seguir el ciego... y así hasta el domingo... Esta droga no se olvida. Esto fue otra cosa...
Allí con el Legionario y el Pol. Vampiros. En sol. Hacía viento. Malo para drogarse. Se volaba la sustancia. Aburrimiento. Y salió Esplá con su segunda dosis. Su droga me produce destellos en el primer tercio del viaje. Destellos de droga vieja. Ciertos puntos del cuerpo sufren pequeñas punzadas. La inyección va hundiéndose dentro de la piel lentamente. Todavía no estás colocado pero el saber que lo vas a poder estar te acelera las pulsaciones. Paladeo la droga. Puede que sea buena. No está muy cortada. Sólo un poco. ¿Demasiado dulce el componente? ¿Lo compensará Esplá por otro lado? Dicen que se retira y ya no habrá más de esta mierda... La aguja entra en la vena. 2º tercio del ciego. Siempre fue uno de sus fuertes. Me encuentro sonriendo con los ojos cerrados. Hablo con el Legionario. ¿Y sí de despedida se ha propuesto venderla pura? La sangre empieza a mezclarse con la droga que entra en mi torrente sanguíneo. Cosquilleos por el brazo derecho. Jugueteos típicos suyos. Ahora la droga comienza a cabalgar. La controlo. La paro. La meto y la saco jugando con el embolo. Es buena. Sudor por la espalda. Joooder, es muy buena. Tres potentes chutes de puro T por el derecho hasta el pecho y por abajo también, con desprecio y todo. Me cambio al izquierdo. Por ahí entra directa a no sé donde... Los chutes por la izquierda son los mejores si se consiguen hacer bien. Este es el caso... De lleno inunda mi pecho otra vez. Divertida. Bulliciosa. El viejo cabrón me ha cogido de sorpresa. Los yonkis a mi lado, los más duros, los más correosos, tienen el vello de punta y juran por sus madres casi en trance como yo. Mi cuerpo está flotando. Grito. Doy palmas. ¿Yo? Vamos, como cuando era chaval. "Torero, torero" resuena en mi sesera. La sonrisa " a lo Esplá" se instala permanentemente en mi rostro. La droga juega con difícil facilidad por mi corriente sanguíneo. La droga se gusta. ¡Qué vieja y que rancia! ¡Qué buena! Mi alma camina por delante suya... pisando las flores que esta le arroja, luego se agacha, las recoge, y se las devuelve, para que ella camine por encima también... Queda todavía un poco. Un pequeño chute en los tobillos a pies juntos. Luego, en el momento más importante, toda la droga acumulada se dirige al corazón. Esplá hace que la droga reciba al corazón... Un orgasmo. Me levanto. Tarda un poco más de lo que debería en acabar el ciego, pero estoy tan colocado que todo me da igual. Me convierto en un OLE de carne. "Torero, torero" es un mantra entre los yonkis a mi alrededor. Gritos. La cabeza me da dos enormes vueltas. Eternas y fugaces. Me siento. Apatía post coito. Fumo droga blanda e intento revivir. Es la primera vez de muchas que vendrán. Lo sé. Estoy medio muerto. Casi me da una blanca. La tensión por los suelos... Pasa media hora donde me ofrecen droga otros. Me la meto. Por el viento o lo que sea... Nada. Me tumbo. El final del ciego se acerca. Me siento levantado por un tumulto. Nada cómodo. Nada de flotar. Siento que soy el cadáver de Jomeini o el de Arafat en sus funerales. Dentro de un ataúd rodeado por el pueblo enfervorizado. Agarrado por veinte mil manos. Miles de tirones. Convulsiones. Trance total. Con la sonrisa permanente en el rostro...
Esto ha sido droga dura. Pura. Droga que me hará seguir vagabundeando de feria en feria, de plaza en plaza, buscando algo parecido... Salgo dando tumbos. El Legionario se va de Cármenes y yo de Martirios. Completamente drogado... A seguir el ciego... y así hasta el domingo... Esta droga no se olvida. Esto fue otra cosa...
7 comentarios:
Los politoxicómanos insistimos en nuestra adicción por eso de volver a encontrarnos con aquel ciego que nos llevó al cielo. Por eso caemos mil veces en la misma piedra adulterada y nos levantamos con resaca chunga. Una metáfora alita de mosca, como no podía ser de otra manera viniendo de quien viene...
Ahora me estoy pensando hacer una no-metáfora sobre mis pasadas experiencias con la ketamina y ciertos comportamientos de los toros por esas plazas de Dios...
Muchas gracias por sus palabras (sobre la piedra adulterada le dejo "el mono")
Un saludo
texto de la altura eterna del splash de la mescalina.
chapeau. bas, le chapeau.
ludo
Pues hace poco alguien me contó de un banderillero puesto de keta en una plaza, ¿no sería usted?
Gabon Sol y moscas,y compañia,yo quiero hacere una similitud con el vicio en el servicio. No vi a Espla en vivo,lo vi en la tele y dias despues.... y me parecio muy sin mas,y ante una mierda de toro. Luego pienso en mi similitud. Uno oye hablar,que si alita de mosca...azulada...boliviana...y zis zas la enzarpada es mas sobrada por que a la peña le han metido ese cuento. Pero de esto no tengo ni idea,se lo digo de oidas,y desde mi oligofrenico punto de vista. Y eso es lo que pienso de esa tarde de Espla,del cual le diria que habia piyado el truco al juego del rap y se toreaba mas que a los toros a la afision. Ahora,me alegro que Madriz disfrutara,creo que les hacia falta. Yo una vez disfrute como un cabronazo con Ferrera y un Victorino,de hecho no he vuelto a sentir aquello,pero no quiero ni ver a Ferrera delante de un toro,me parece la peste. No se si uste ma pillao la movida,espero que si . Un saludo a todos y maldito San Fermin.
Sr. Bravo... no era yo. Aunque sí he lidiado así por la noche con "miuras" de barrio...
Sr. Kaparra... puntualizaciones: primero, los toros como acontecimiento. Los toros como acontecimiento no pueden ser juzgados en diferido (algún día escribiré aquí la teoría de mi maestro Sánchez Ferlosio), o por lo menos sólo en parte. Segundo, el toro beato. Beato ante otro torero sano, fuerte y joven (JT, Perera, etc, etc): una mierda (pero de las que menos). Ante Esplá, ya cascao, en retirada, sin estar en condiciones optimas: un toro.
Un saludo
Sr Ludo... se me olvidaba... mescalina, uhmmmmmm... yo creo que la T es más heroina...
muchas gracias por sus palabras
un saludo
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