16 de abril de 2010

VICTORINOS 2010/1983

(Cárdenos p'al arrastre... los de a pie también)



VICTORINOS 2010

¿Qué pasa con los victorinos? Si lo supiera, al menos, el propio ganadero, con lo listo que dicen que es... Nadie lo sabe. Será el misterio del toro. Bonitos de hechuras, guapos de verdad algunos, pero blandos, muy blandos, descastados, sosísimos, sin un ápice de fiereza ni codicia. Ni siquiera derrocharon peligro, a excepción del sexto, y su comportamiento respondió más bien a pedazos de carne amorfa. Para colmo, el primero se astilló los dos pitones en un burladero, y el derecho le quedó como una auténtica escoba. Ya, ni ellos sirven de consuelo. Un año más, se apagó la única luz que alumbraba a una afición perdida entre tanta miseria.

(Extracto crónica de Antonio Lorca, "Qué pasa con los victorinos")


VICTORINOS 1983

Ganadería de casta: esa merecida fama tiene la divisa de Victorino Martín. Mas si sus toros fueran como ayer, se quedaría en una de tantas, y de las malas. Dicho en corto, por derecho y a lo castizo, los Victorino pegaron el petardo. Bellos sí eran; lucían lámina larga, musculosa y vareada de toro feroz y unas astas veletas, playeras, vueltas, acucharadas, tremendamente astifinas, que infundían pavor.

El toro, en efecto, aparecía por el chiquero, pero ese toro se volatilizaba en la lidia. (...) (Uno) volvió al corral por inválido y los demás se derrengaban también. No tenían fuerza para soportar un tercio de varas completo, y este es pecado nefando que la afición (de Madrid) no perdona jamás.

Tampoco tuvieron bravura los Victorino. Acudían al caballo sin vibración ni codicia, se dejaban pegar un poco, y el picador levantaba la vara para no liquidarlos. Toro manso y dócil equivale a borrego, según dicta la nomenclatura taurina contemporánea, aceptada por la afición.

Victorinos tullidos es lo último que cabe esperar de la divisa famosa. Antes comida en estofado que borrega. Antes morir que perder el chaleco, dijo don Mariano al terminar, y se marchó a casa sin querer torearle la corrida a nadie. Ni cenó, del disgusto.


(Crónica mutilada de Don Joaquín Vidal, "Cogida grave de Aragón Cancela")


Rebuscando otra cosa se me presenta esta epifanía del eterno retorno

3 comentarios:

el chulo dijo...

carne tambien, el victorino.

no es su primer bache no?

aurelio dijo...

cómo curiosidad decir de esa crónica de Madrid, que esa tarde corto 2 orejas campuzano al toro "madroñito" . nombre que se ha repetido muchísimo en las últimas décadas .

y ese toro humillo, fue muy noble, pero muy flojo y sin poder,

sol y moscas dijo...

Carne somos todos... sr. Chulo...

Aurelio, muchas gracias por la puntualización... de aquellos polvos, estos lodos...

un saludo