9 de febrero de 2009

TENDENCIAS 1





"Margaritas de pétalos blancos sonríen dulcemente, champiñones coquetos y calabazas tan simpáticas como la que se transformó en carroza para Cenicienta. No es la ilustración colorista de un cuento, es arte contemporáneo, lo último salido del taller del que llaman el nuevo Warhol japonés, Takashi Murakami, un creador que escala aprisa los puestos de honor de las listas de los más reconocidos. La revista Artnews lo situaba este año entre los 30 primeros artistas del mundo, tras sus exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y en el Brooklyn de Nueva York. Esta última, con un título tan explícito como © Murakami, llega ahora al Guggenheim de Bilbao con 90 obras entre esculturas, pinturas, dibujos y diseños de un hombre diferente"

""Mi generación", afirma Murakami, de 47 años, "es el público del arte del futuro". -"Queremos cosas nuevas porque deseamos ver el futuro"-. Unió el estilo de las pinturas de los maestros antiguos japoneses con los colores planos del cómic y la animación. Oriente y Occidente, el manga y el vinilo, un nuevo pop con Murakami como icono tan popular que incluso Kanye West, el rapero estadounidense, reclamó su colaboración para su último disco, Graduation. Juntos idearon la puesta en escena de la canción Good morning, un videoclip protagonizado por un oso con gafas de persiana que intenta llegar a tiempo a su ceremonia de graduación"

""Murakami convierte en oro lo que toca". Es una máquina de hacer dinero, y sus obras se cotizan ya en millones de dólares"

"su colaboración con el diseñador de moda, el estadounidense Marc Jacobs -quien lo descubrió a través de un catálogo de Christie's-, para el que renovó el logo de Louis Vuitton. Murakami cree que diseñar para estas grandes firmas es una manera de poder llevar el arte a la calle"

"En la retrospectiva que le dedicó el Museo de Brooklyn, la misma que llega ahora al Guggenheim de Bilbao, se ofrecía al espectador en un gran escaparate de cristal el merchandising del artista, 500 objetos creados por su empresa Kakai Kiki. Como respuesta a las críticas de los puristas, Murakami contraatacó preguntándose sobre qué es el arte contemporáneo y estableciendo paralelismos entre su diseño del anagrama LV con La Fontaine de Duchamp.

-¿Cree que su trabajo es tan provocativo como el urinario de Duchamp?

-No. Es mucho más mediocre"

"en mi tiempo libre, le diré que veo películas de dibujos y de ciencia-ficción en DVD"

"Su objetivo, dice, no es transmitir al espectador belleza o técnica: "Quiero que vean el poder del espíritu que lucha""

""Mi arte, aunque parezca positivo y alegre, no es pop arte. Es el reflejo de la lucha de la gente discriminada""

"La obra de Murakami se ha ido dulcificando con el tiempo. ¿La razón? "El público aprecia las cosas kawaii [tiernas], y yo he acabado por incorporarlas""

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"Miraba de cara a la vida, que es también la muerte. Se centró de forma radical en la naturaleza mortal del hombre, lo cual lo ha convertido paradójicamente en inmortal. Es el pintor de esa depredadora máquina deseante que es el cuerpo animal. El Museo del Prado, el Metropolitan y la Tate celebran la obra del artísta en el año de su centenario"

"Según he ido contemplando a lo largo de las décadas la obra de Bacon lo que finalmente me ha cautivado más ha sido algo así como lo que llamaría su física pictórica, o, mejor, el relieve material, de materia física, de su manera de pintar, siempre tan extremadamente contrastada; esto es: en medio de la planitud monocromática radical, que hace de la superficie del lienzo como una pantalla luminosa, no pocas veces, mirabile visu, ¡naranja!, densos cuajarones de empaste versicolor"

"la forma de dar el color intenso y plano remontándonos a Ingres (...) el retorcimiento empastado y las gruesas salpicaduras al desgaire que tensan hasta lo increíble la plana pantalla luminosa (...)"

"enloquecido glotón del placer más carnal"

"Bacon es el pintor de la irredenta carnalidad"

"(...) hizo estallar el color porque seguramente se percató de que allí era donde la tragedia de lo sensual cobrara más conminante vibración, un poco como la sentencia que Esquilo puso en boca de Agamenón, que a Bacon le gustaba repetir, de que "el hedor de la sangre me hace sonreír", lo cual no hay que tomarse como una truculencia, sino como una definición de la paradoja que constituye el vivir. Bacon no era truculento, ni macabro, ni cruel, ni pesimista, ni toda la retahíla de estos adjetivos estigmatizadores para los malos de opereta. Miraba de cara; o sea: sin pestañear, a la vida, que es también la muerte. Lo hacía con el entusiasmo de los amantes, que es justo la condición de los grandes artistas. Finalmente, había visto y comprendido el hermoso y deslumbrante surco de luz que se abre en cada herida del humano cuerpo mortal. Llamémosle, así, pues, el poeta de la vulnerabilidad"

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(De arriba abajo: Logo de Louis Vuitton diseñado por Murkami, Homenaje a Bacon: Rawsthorne, Homenaje a Bacon: Dyer, y "Goldfinger" Murakami delante de sus flores sonrientes.
Estudio para una crucifixión, retrato de Isabel Rawsthorne, retrato de Georges Dyer, y Bacon contemplando sus alas tras arrancárselas)


Alguno pensará qué coño tendrá esto que ver con los toros. Lo que le pasa a los toros, su banalización bajo la dictadura del desarrollismo, es algo general, el signo de los tiempos. Voy a un museo y pienso lo mismo que en la plaza. Javier Marías lo dice mejor que yo en su artículo de este domingo: "Hace ya mucho que, cuando visito un museo, mi paso se acelera al llegar a las salas de lo que se suele llamar "arte contemporáneo", es decir, a grandes rasgos, el producido entre 1965 y la actualidad. Rara es la obra de este ya largo periodo que me invita a detenerme ante ella más de un minuto, incluidas las que me agradan, que algunas hay. Pero la mayoría me parecen lisas como el futuro y casi ninguna rugosa como el pasado. Me aburro mirándolas, porque apenas hay nada que desentrañar. A lo sumo son "bonitas", pero de la misma o parecida manera en que resulta bonito un mueble al que se echa un complacido vistazo y nada más". Esto fijo que le suena a más de un aficionado. Por eso creo posible hablar de los toros a través de dos figuras del arte contemporáneo. Dos maneras de hacer arte. De ser torero. Takashi Murakami. Paradigma de lo contemporáneo. De lo plano. De lo bonito. Del futuro. Leo en el reportaje: "Ilustración colorista", "arte del futuro", "cosas nuevas", "colores planos", "nuevo Pop", "Dinero", "Oro", "Dólares", "Moda", "Merchandising", "dulcificando", "el público", "Tierno". Me digo: este es un torerillo moderno. Pienso en Bacon como contraposición. Leo palabras en un artículo: "Vida", "Muerte", "animal", "relieve material", "cuajarones", "retorcimiento empastado", "gruesas salpicaduras", "carnalidad", "hedor", "sangre", "amantes", "herida"...

"Miraba de cara a la vida, que es la muerte (...) Llamémosle, así, pues, el poeta de la vulnerabilidad"

Llamémosle, así, pues, TORERO. Pues, ¿acaso no es un torero un poeta de la vulnerabilidad?



(Dedicado a mi querido anónimo)


16 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también leí a Marías.
El arte del japonés lo veo como escape a mundos... pues eso, "dulcificados", para un público -él mismo lo dice- que le pide ser estupidizado, endrogao, evadirse. El japonés quiere, a través de estas alucinaciones de tripi "ver el futuro" (¿?). Al final, la obra se resume en lo que ya todos conocemos bien: merchandáisin de ese. El arte como diseño y decoración, y ante todo, Dinero. Siempre Dinero.
La que más me gusta, la de el Sr. Panceta con los dos costillares.
Feliz lunes,
Desperdicios

javier dijo...

Estos pretendidos artistas, por un equivocado concepto de libertad, han querido romper cualquier lazo con la historia del arte, de un plumazo han elimado todo lo que se ha construido desde Altamira hasta, por ejemplo, Bacon (en el caso del japonés habria que añadir su propia tradición, China, budista...); y se han convertido en meros decoradores. Sus obras no conmueven, ante ellas sólo sabemos decir "es feo, es bonito".
(Evidentemente también escribo sobre la fiesta de los toros)

Anónimo dijo...

No comparto esta especie de maniqueísmo, de dualidad entre el artista comercial y el auténtico. Partiendo del hecho de que el cómic se ha convertido, y no sin razón en un arte más, el planteamiento de Muraki no ha de ser juzgado como frívolo. No hay que olvidar que, como ya decía el sabio Domingo, el arte pop es un arte sumamente melancólico, en cuanto elimina toda posibilidad de trascendencia o esencialismo.
Con lo que respecta a Bacon no estoy a favor de estas críticas tan nacionalistas.

No hay que olvidar que cada época tiene el arte que se merece.

Agradezco la dedicación a mi querido Sol y Moscas...

sol y moscas dijo...

Querido anónimo, la ha clavado... aquí hablamos de los productos de esta época.
Coincidimos los aquí reunidos en nuestra desilusión menos usted (lo que es de agradecer).
Cuando quiera nos paramos unas horas a buscar la melancolía de la bambola que expulsa leche por sus gigantescos pechos, o la de su gran escaparate de cristal con 500 objetos del merchandising del artista... (hasta el sabio Domingo tiene que ganarse el pan)

un saludo

Sr Desperdicios y sr Javier... nada que añadir.

Anónimo dijo...

" ¿Y cómo ha podido llegar a esto?"
-- Pués ya ve... "en degenerando".
(De cómo se puede pasar de banderillero a gobernador civil.)

Anónimo dijo...

Tiene razón Anónimo en que, a estas alturas, sólo hay artistas, ni "auténticos" ni "comerciales". La discusión sobre qué sea arte o qué no lo sea, es puramente nominalista: el que un arte tenga algo que decirnos o no, Qué pueda decir o no y a Quién, esto es lo que puede dar que hablar.
Javier, no sé hasta qué punto estos señores se salen de la "Historia". Ellos, a fin de cuentas, viven en eso tan feo que es la posmodernidad. Encajan si quieres, en tu historicismo: son lo que nos ha tocado vivir. Vuelve a acertar Anónimo, en la intrascendencia, ocaso de los "valores" y melancolía que transmite el tal Muraki. Pero precisamente esto es lo que no me gusta de él ¡Igual que no me gustan el espantajo picassiano que van a montar en Málaga, ni me gusta el jamón de Juan Pedro, ni Jesulín! Ya sabemos señores, que vivimos en pleno Nihilismo; pero la gracia es combatirlo, no reírle la gracia y pedirle las orejas.
Desperdicios

Anónimo dijo...

A partir de Winckelmann la historia del arte ha sido analizada de manera progresiva, nacimiento, desarrollo, madurez, decadencia. Ahora estaríamos claramente en un manierismo postmoderno, o algo así . Saliendo un poco de esta visión retrógrada, hay que saber analizar los artistas a pesar de la época en la que estamos. No se puede calificar todo el arte actual bajo la misma condena de falta de trascendencia, hay que saber ver más allá de las apariencias. Si Murakami vende muñecas tipo Sailor Moon, ¿no será también porque al público le gusta? ¿porque no se juzga el gusto de los compradore entonces?
Además hace mucho tiempo ya que los artistas rompieron con toda tradición, y desde luego no hay que culpar a Murakami por esto.

Querido Sol y Moscas no me hable mal de Domingo, que está tan desilusionado como Ustedes...


Saludos a todos.

Ludovic Pautier dijo...

al rebote : la corrida picassiana dicha, con esa terna barata y con toros fantasmas no deberia extrañarnos porque existia mucho antes de la presentacion del cartelito en fitur con empresas, politicos, famosillos. bueno, existia pero como una metastasis que no se nota al principio y que poco a poco va aumentando : desde que salio el primer coche "picasso" de renault y que uno de nosotros se rozo las manos al comprarlo.
muraki da la vuelta al calcetin y utiliza a LV antes de ser recuperado por el mershandising cuando sera muerto. no lucha contra el sistema. es el sistema. nunca os sentais como abandonados hasta por los que antes parecian defender nuestra capacidad a exprimir nuestra libertad, nuestra rebelion ? quiero decir, por los artistas, o sea , sus obras ?
un saludo a todos.

ludo

Gonzalo dijo...

Grandísimo Sol y Moscas,

Esa sentimiento de Marias nos resulta familiar, jajajaja. Como alguna vez hemos hablado, el pensamiento moderno plantea muchas preguntas, el postmodernismo parece que las encuentra (¿?) y algunos creen poder aprovecharse dando soluciones infantiles a la incertidumbre de lo relativo.

Louis Vuiton, me cago encima de todas tus cremalleras cromadas, y en tus bolsillos invisibles.

Como Luis Antonio de Villena dijo una vez, hay dos tipos de artistas, el que se adapta y el que no. O lo que es lo mismo, el que se hace preguntas y el que da soluciones. En este caso hablamos de dos personas: Murakami el adaptado y Bacon el inadaptado.

Está claro que algunos preferimos a los segundos, otros prefieren no perderse nada o simplemente tienen menos prejuicios. En cualquier caso, cuando eché un vistazo a las imágenes, antes de leer el artículo, el peso se declinaba claramente hacia las últimas, atormentadas y bellas; lo tienen todo. No pude pensar lo mismo de "Wonderland" sin Alicia. ¿Dónde están las preguntas? ¿Dónde está Alicia? ¿Dónde está la realidad?

Por otro lado, no puedo estar más de acuerdo con el desequilibrio cualitativo que existen entre los museos clásicos y los contemporaneos. Si no fuera así significaría que estaríamos RENACIENDO; y así, a vista de pájaro, parece más bien que nos estamos achicharrando en los nitratos fermentados de nuestra propia mierda: Obama's Speech, Bank of Scotland, T.V... Es obvio que no podemos comparar la historia del arte con el arte contemporáneo. No es justo.

¿Habrá entonces ahora, germinandose por el mundo, artistas de la talla de Bacon? Pues hombre yo creo que sí. Entiendo la postura de Marías, la respeto, pero no la comparto. He visto y escuchado obras que miran al futuro y que tienen arrugas más grandes que las generadas por las placas tectónicas (El acelerador de partículas, Mike Banks y Jeff Mills con su "Rings of Saturn", como decía Stockhausen: el 11-S, o la pared que pintó el otro día algún chaval aquí en East London). Claro está que ninguno de estos ejemplos están en los museos. Por supuesto, si buscamos el arte que se germina ahora, y sólo buscamos ahí, nos estamos perdiendo todo, o casi todo.

Lo que es indiscutible es que el arte está cambiando, y más indiscutible todavia: es mucho más fácil acceder a las buenas obras clásicas, antiguas o modernas que a las contemporáneas por una razón evidentemente realacionada con el tiempo. Si a esto le sumamos que han nacido nuevos géneros como la instalación o el vídeo aumentamos aún más nuestro desconcierto.

Aun así no hay nada de qué preocuparse. Los "cementerios de lo bello" (museos) esclarecerán nuestras dudas cuando hayamos muerto. Jajajajajajaja.

De momento nos aferraremos al deleite de lo pasado mientras pujamos por los caminos del futuro.

Besos a mi querida Salamanca y sus compatriotas.

Anónimo dijo...

Mucho me temo, Anónimo, que a la pregunta "¿No será que al público le gusta?" sólo nos cabe decir: al público le gustará lo que le diga la tele.
Desperdicios

Anónimo dijo...

Yo soy disidente aquí. Sobre todo por la cita a Javier Marías. Javier Marías niega por sistema la modernidad o, mejor, lo que él entiende como moderno: desde el arte hasta Internet. Desde Bacon hasta este blog (todos los blogs). Es una pose de alguien que, paradójicamente, responde bastante bien a la definición de literatura moderna.

Además, Ludo, los artistas siempre han sido el sistema. Han vivido del sistema, de los mecenas, de los Estados, de los reyes. Igual soy más simple que una rosquilla, pero creo que la diferencia no está entre lo contemporáneo y lo antiguo sino entre lo bueno y lo malo. Lo que está hecho desde las entrañas y lo que está hecho con la cabeza. Yo estoy con el Anónimo en que hay hoy modernidades conmovedoras y trascendentales. Él ha puesto algunos ejemplos, yo añado Banksy.

Es verdad que la modernidad no nos deja ver el árbol, pero hay. También en los toros. Una faena de El Cid con los Victorinos no es como una de Belmonte, pero le sale del alma y nos llega al alma. Eso sí, lo que hacen Ponce y los demás son matemáticas que sólo llegan al alma de sus contables.

Salud para todos.

Anónimo dijo...

pedro,
son del sistema, viven del sistema, como todos (o viven en cassiopée)pero si son el sistema , su esencia, me molesta. y no he dicho nada de su trabajo. al reves de javier pienso que no quiere eliminar de un plumazo altamira o que se olvida de sus herencias pictoricas (lo dice en el articulo del semanal ) sino tambien que vive su temporalidad a la luz de su pasado el mas terrible (hiroshima )pero lo de "quiero asi llevar el arte en la calle"... LV es muy de calle , claro.. por eso digo que me siento abandonado ( o demasiado lejo de las formas de muraki, de las formas de su mundo ) . y como todo abandonado creo fuerte en la balsa.si en esta me pones el cid con los victorinos, subo al borde. o este :
http://www.pignon-ernest.com/
(muy cerca de bansky)
un saludo.

ludo

sol y moscas dijo...

El sr José Luis Molinuevo recomienda hoy en su blog un artículo de Elena Vozmediano “Arte en la edad del pavo” publicado en Revista de Occidente (febrero, 2009, nº 333). Creo que viene al caso.

Entresaca dos párrafos:
“ Galerías y museos de renombre dan pábulo a artistas que se expresan con una pobreza de medios y de contenidos pasmosa, con una falsa ingenuidad, una torpeza y un falso amateurismo –la mayoría de los artistas jóvenes han pasado por las facultades de Bellas Artes y se les supone una formación. La banalidad de estas posturas es similar a las de los artistas "de club", que han introducido la discoteca, la moda y el petardeo en los museos. No es raro que, como Murakami, estos artistas ronden los cuarenta y tengan edad, por tanto, de tener hijos adolescentes”

[…] Lo subrayaba Daniele Capra, en su ponencia "Against the Aesthetics of Funny", publicada en las actas del Third CEI Venice Forum for Contemporary Art Curators (Trieste Contemporanea, 2007): la estética de lo divertido afecta tanto a las obras de arte como a la experiencia de la visita al museo. El visitante, dice, debe poder disfrutar relajadamente de lo que se le ofrece, sin que se le exija gran esfuerzo intelectual. Y, añade muy acertadamente, el kidult preferirá una exposición de arte contemporáneo a otra de arte histórico, ya que espera de aquél un componente de diversión. Incluso si lo que ve le choca o incluso le escandaliza. Es lo que comprobamos –aunque cada año menos- en ARCO”.


Abro los ojos y esta banalización general me ataca. Desde el museo hasta la plaza de toros pasando por la calle y sus sonidos es evidente que triunfa lo "light" (aunque parezca pesado). La tendencia es clara (aunque haya excepciones).

por ahora paso a señalar en un nuevo post otra de estas "emulsiones" culturales...


intentaré contestarles a cada uno lo antes posible...



un saludo y gracias a todos por dejar aquí sus reflexiones...

Anónimo dijo...

La "diversión" es la cara B (ociosa) de una sociedad cuya cara A (la negociosa) es el trabajo especializado. La puntilla para el ciudadano, agotado y asaltado cada momento por políticos, publicidad y demás gaitas. Es necesaria, seguramente la "diversión", para que las cosas sigan funcionando. Y habrá quien me diga que ésta no tiene nada de malo y que yo soy un amargado. Pues igual.
Desperdicios

sol y moscas dijo...

Su Santidad... Belmonte sabía lo que decía, y hoy los "artistas" mienten todavía más que los políticos... endegenerando general.

Querido anónimo, intento ver más allá de mi visión retrograda, pero no puedo, sí le pasa a Marías tampoco será para preocuparse...

"Si aún visito esas salas, es sobre todo por un autoimpuesto sentido del deber y por un afán de respeto hacia quienes han colgado allí esos cuadros o artefactos. "Algo habrán visto los responsables, para otorgarles tan distinguido lugar", pienso, "y que yo difícilmente lo vea no significa que ese algo no esté. Me voy a esforzar". Miro y me suelo quedar como estaba. Debo añadir que eso no me causa complejo ni preocupación. Al contrario, salgo con la conciencia doblemente tranquila: he hecho el intento y, si no he logrado interesarme, considero que no es culpa mía sino de la obra en cuestión. He visto suficiente arte a lo largo de mi vida como para crearme ahora inseguridades". (perdone por repetirme).

Sr Ludo, gracias por el link, me han gustado los Caravaggios en las calles de Napoli... y su cartel para Vic 2007. Súbase a mi balsa aunque estemos achicando agua todo el día...

Sr Pedro, creo que el sr Marías tiene sus motivos para ese rechazo de la modernidad. Con el sistema antiguo lo bueno era más bueno que ahora, que casi todo son matemáticas de contable...

Sr Desperdicios, ¿combatir el nihilismo y ser un amargado? ya parece usted uno del 7. Un saludo.



Gonzalo. Un placer leerte aquí.

A veces me parece estar en una especie de alta edad media tecnológica. Antes los artesanos, hoy los técnicos. En medio algún artista que otro. Estamos creando los instrumentos, aprendiendo las técnicas... ya llegarán los grandes artistas visuales y sonoros del futuro. Entonces, las serigrafías de Warhol serán estudiadas como los cuadros de Giotto, y Kraftwerk como la primera música de cámara (digital por supuesto)...(y seguiré pensando que Giotto le da mil vueltas a Warhol y Bach a sus compatriotas).

me aferro y pujo contigo...

un abrazo

Anónimo dijo...

Increible Bacon en el Prado...no dejes de pasarte!! se termina el 19 de Abril.

Enhorabuena por el blog!!
besos