30 de noviembre de 2009

SÁNCHEZ FABRÉS A PUNTO DE DESAPARECER...



La ganadería de Sánchez Fabrés está a punto de desaparecer y, con ella, el encaste coquilla, que se encuentra en vías de extinción.
La diversidad de la cabaña brava es cada día más pobre, y así la tauromaquia pierde fuerza y belleza.
Nosotros los aficionados no tenemos muchas posibilidades de reacionar frente a esta triste noticia, pero lo mínimo que podemos hacer es decir a Sánchez Fabrés que apoyamos, por lo menos moralmente, su tarea. Aunque es muy difícil, vale la pena intentarlo.Por eso invitamos a aficionados, críticos taurinos, empresarios, ganaderos, mozos de espada, o cualesquiera otros a que mandéis un mensaje de apoyo antes del miércoles a nuestro email contact@camposyruedos.com
Se los remitiremos al ganadero.
Pedimos a los webmasters de páginas taurinos, grandes o pequeñas, que difundan este mensaje de la forma más amplia posible.
Gracias a todos.

27 de noviembre de 2009

LA LINTERNA


Ahí lo tienen, Rafael Sánchez Ferlosio acaba de ganar el Premio Nacional de las Letras y recibe ¿reta? con una pequeña linterna de mano al pelotón de fusilamiento televisivo armado de precisos objetivos y grandes focos (¡horror!) que le acorralan a la puerta de su editorial. "¡Esto no es lo del barco! (por lo del Alakrana)". La linterna le queda bien, iluminado (en el buen sentido del término) iluminando, que a mi, particularmente, me deslumbra (en todos los sentidos posibles). En la jungla por la noche que son los saberes, un océano negro que algunos pocos recorren con sus linternas, otros más con velas, muchos, en la total y profunda oscuridad, Ferlosio es uno de esos escasos primeros, y de esos, de los que ha pasado su linterna por ese enmarañado e impenetrable trozo de selva llamado Tauromaquia. Y porque ese alumbramiento hay que hacerlo saber, porque aprovecho el homenaje como espuria coincidencia para hacerle yo otro, y, porque ¡qué coño! ya había prometido que iba a hacerlo y uno debe, por lo menos, intentar ser un caballero y cumplir su palabra, por todo eso, este, el que firma, se compromete a transcribir, en este mismo blog, las reflexiones vertidas sobre la tauromaquia por este insigne pensador en su libro "Las semanas del jardín", y, además, prometo, que al final, si esta misión llega a buen puerto, como rogamos a Dios que así sea, este, el que firma, se aventurará a realizar una conclusión apuntando las consecuencias que estos razonamientos tienen en relación con la situación actual del mundo de los toros.

A más ver...

20 de noviembre de 2009

CULPABLES



Recuerdo ir en calesa por Sevilla con Sciascia y su mujer, todavía estaba Franco y él no era tan famoso. Hacía calor, no, lo siguiente... entonces pidió tomarse un café en la Alameda de Hércules. A la sombra, en una mesita, permanecíamos en silencio haciendo caso de ese proverbio siciliano que dice que la mejor palabra es la que no se pronuncia cuando en la barra se montó un alboroto. Dos sevillanos discutían apasionadamente sobre Ordóñez y el Cordobés. Sciascia se mostró interesado y yo intenté hacer de traductor simultaneo, metiendo de vez en cuando algún paréntesis explicatorio sobre el tema en cuestión (mi familia paterna es de profundas raíces rondeñas. La materna, de los Bienvenida). Él reía. "España es una nación más pasional que cultural, con muchas semejanzas y desemejanzas con Italia. Las semejanzas son en lo peor. Las diferencias, en lo mejor". Después de que se intentaran pegar, fueran separados, se reconciliasen , se emborrachasen y se marchasen juntos como buenos hermanos dejando que la tranquilidad volviese al café, me desahogué taurinamente hablando con el escritor siciliano. Le expliqué la degradación que en muchos aspectos significaba el auge del Cordobés, personaje que en el fondo siempre me resultó simpático con ese aire de apache de Blueberry, y lo negro que veía el futuro apuntándole algunos culpables... El Caudillo, el primero. "Te entiendo", se encendió un cigarrillo y por medio de la nube de humo dijo: "Todos somos culpables, pero el poder es el culpable principal. Estoy más pesimista que nunca, o tan pesimista como siempre, porque no queda razón alguna para el optimismo... ni en esto, ni en las demás cosas".


(Leonardo Sciascia y su esposa, Maria Andronico, pasean por Sevilla en calesa en 1984)

16 de noviembre de 2009

MONTEVIEJO

(Entre Moraleja y Coria)
(Piedra en seco y ganado bravo: Paisaje de mi infancia)

(Un recuerdo)

"Había caido de espaldas clavandome un pequeño montón de piedras en las costillas. Resoplé quedandome tendido un rato. Le di una patada desde el suelo a la causante de mi derribo y me reincorporé. Vi que ella podía ser el comienzo de una construcción que brotaba de la tierra casi natural, aunque sinceramente no creo que pudiera tener un lugar de origen o un lugar de fin. Las piedras iban apilandose más y más, desde la gravilla por el suelo hasta un muro bien formado de más de un metro de altura. Mis pies decidieron seguir el muro como si fuera un camino, andando por encima, tan larga era su extensión que se perdía a lo lejos sobre lomas, para desaparecer hasta la arena en un brazo o erguirse hasta ser más alto que yo en otro opuesto. Iba como jugando de niño, ya no podía pisar el suelo, sólo piedras, por lo que mi camino era guiado por donde estos muros fueran más fuertes y consistentes.

Llevaba horas brincando por esos muros que se alejaban leguas incontables, ascendiendo, bajando, rodeando, bifurcándose, quebrándose, con la lenta paciencia, pero también la siempre renovada incertidumbre de una serranía cuando sentí que esa construcción había logrado entenderse por la naturaleza, entregandose a ella... Y fue mi alegría tal de encontrar esto que empecé a correr otra vez.

Agotado, con la boca sabiendome a hierro, llegué aun cercado donde estaba un toro. Este destacaba solo e imponente en el medio. Sus cuernos eran guadañas y su andar era majestuoso entre los muros. Me senté a observarlo en su plenitud. Mis ojos se abrían y abrían para no perder detalle. Fascinado. Mis manos, emocionadas, apretaban las piedras que formaban el muro que protegía al animal. Los muros de piedra en seco como en el que estaba sentado son resultado de una técnica de construcción tradicional que utiliza únicamente piedras sin ningún tipo de mortero o de aglutinante para su fijado. Es cierto que a veces utiliza tierra o pequeñas piedras para nivelar las grandes piedras pero siempre como pequeñas calas. Las piedras así ensambladas se sostienen por su propio peso. Tampoco vale la utilización de troncos, cañas u otros vegetales para sujetar las piedras. En resumen, es una técnica que aprovecha las piedras existentes en el lugar, a veces con su misma forma, a veces desbastándolas, e incluso a veces tallándolas ligeramente, para construir paisajes, para habilitar edificios, para humanizar territorios. En consecuencia, esos mismos territorios “salvajes”, empleando cosas “naturales”, se convierten en “construidos”, en “humanizados”, gracias al esfuerzo de muchas personas, a lo largo de siglos...

"Este muro es como la afición, la afición es como este muro, somos piedras..." Era la letanía que escapaba de mis labios. Me sentía parte de ese conjunto de piedras sin aglutinar, sin cohexionar, unas más grandes y otras más pequeñas, que se sostienen por su propio peso, sin apoyos de nadie ajeno, sin alivios, humanizando lo salvaje con naturaleza a través de siglos, protegiendo a ese toro como un regalo... Aguantando embites de una modernidad de ladrillo fabricado en serie, todos iguales, del mismo color, tamaño y numero de agujeros, más feos y ahogados por el cemento cohexionador...

El toro se acercó, sentí su respiración, no me moví, mi vista se aclaró y volvieron las tres dimensiones. Era el momento de volver a casa. Me puse en pie y me despedí desde el muro. Al darme la vuelta y empezar a caminar sobre las piedras volvió la letanía...

"Este muro es como la afición, la afición es como este muro, somos piedras..."".

6 de noviembre de 2009

UN AFICIONADO PARTICULAR


Recibo una llamada de teléfono a los cinco minutos de publicar el anterior post. Muy bien compañero. Es Antxón. Ese último texto lo debías de haber acompañado por el Canto de los adolescentes de Karlheinz Stockhausen. Gesang der Jünglinge. Es una obra, prosigue incansable, creada en 1955-1956, y es su creación electrónica más original, y quizá la pieza electrónica más influyente jamás compuesta. Los adolescentes en cuestión son Sadrac, Mesac y Abdénago, del libro de Daniel, a los que Nabucodonosor arroja a un horno candente por negarse a adorar a un ídolo de oro. La música se construye en estratos a partir de la voz grabada de un niño corista cantando "Preiset den Herrn!" o "¡Alabad al Señor!... blablabla, ratatatatata.... No para de hablar... Su voz se convierte en ruido de fondo y lo imagino enfrente de su piano. Un aficionado peculiar atacando la segunda sonata de Boulez. Su maestro...

Sólo me llegan frases sueltas, gritadas:

LA AFICIÓN: "NINGÚN COMPROMISO, NINGUNA CONCESIÓN, NINGUNA INDULGENCIA, NINGUNA CONTENCIÓN Y NINGÚN QUIEN"

LOS TOROS: "VIOLENTOS Y RAPIDOS"

EL TOREO: "MUY BRUTAL Y MUY SECO"

EL RITO: "DEBE SER HISTERIA Y SORTILEGIO COLECTIVO, VIOLENTAMENTE ACTUAL"


(otra manera de ver las cosas)

APREMIOS

Desde el final de Zaragoza yo y mis acolitos hemos venido reflexionando en completo silencio sobre a quien dar los premios de esta temporada ya, a Dios gracias, superada. Si ustedes recuerdan, el año pasado fueron a parar a manos del Fundi y José Escolar. Todo quedo en familia. Este año, sin embargo, hemos comprendido que la naturaleza del premio debe ser otra más acorde con la visión que tiene este blog de la situación actual del espectáculo taurino. Un completo y grotesco despropósito. Por eso nos reímos de todo y de todos dando estos Apremios:


APREMIO AL MEJOR NOVILLERO DEL AÑO:

SEBASTIAN CASTELLA


APREMIO AL BECERRO DE ORO

GANADERÍA DE NUÑEZ DEL CUVILLO


(EL PUEBLO LO HA QUERIDO ASÍ)