31 de octubre de 2007

UNA LARGA TRADICIÓN EN EL CERRO


"Según el relato que ha podido reconstruirse a partir de las imágenes de los mitreos y los escasos testimonios escritos, el dios Mitra nació cerca de un manantial sagrado, bajo un árbol sagrado, de una roca. En el momento de su nacimiento llevaba el gorro frigio, una antorcha y un cuchillo. Fue adorado por pastores poco después de su nacimiento. Bebió agua del manantial sagrado. Con su cuchillo, cortó el fruto del árbol sagrado, y con las hojas de ese árbol confeccionó su ropa.

Encontró al toro primordial cuando pastaba en las montañas. Lo agarró por los cuernos y lo montó, pero, en su galope salvaje, la bestia lo hizo desmontar. Sin embargo, Mitra siguió aferrado a sus cuernos, y el toro lo arrastró durante mucho tiempo, hasta que el animal quedó exhausto. El dios lo agarró entonces por sus patas traseras, y lo cargó sobre sus hombros. Lo llevó, vivo, soportando muchos padecimientos, hasta su cueva. Este viaje de Mitra con el toro sobre sus hombros se denomina transitus.

Cuando Mitra llegó a la cueva, un cuervo enviado por el Sol le avisó de que debía realizar el sacrificio, y el dios, sujetando al toro, le clavó el cuchillo en el flanco. De la columna vertebral del toro salió trigo, y vino de su sangre. Su semen, recogido y purificado por la luna, produjo animales útiles para el hombre. Llegaron entonces el perro, que se alimentó del grano, el escorpión, que aferró los testículos del toro con sus pinzas, y la serpiente.

La imagen central del mitraísmo es la tauroctonía, o Mitra Tauróctonos, que representa el sacrificio ritual por Mitra del toro sagrado. Esta representación tiene elementos iconográficos fijos: Mitra aparece tocado con un gorro frigio y mira a su víctima con compasión; en muchas representaciones, la cabeza de Mitra al tiempo del sacrificio del toro se gira hacia atrás como si cumpliese la inmolación a disgusto. Inclinado sobre el toro, lo degüella con un cuchillo sacrificial; de la herida del toro mana grano; junto al toro, figuran varios animales: un escorpión, que aprieta con sus pinzas los testículos del toro; una serpiente; un perro, que se alimenta del grano que brota de la herida; y un cuervo. A veces aparecen también un león y una copa.

Es probable que los introductores del mitraísmo en el Imperio Romano fueran los legionarios que habían servido a Roma en las fronteras orientales del Imperio. Para finales del siglo II el mitraísmo estaba ampliamente difundido en el ejército romano, así como entre burócratas, mercaderes y hasta entre los esclavos. La importancia otorgada al mitraismo en el Imperio romano viene dada por su abierta competencia con el cristinanismo y su condición de religión militar fuertemente implantada en las legiones, más que por el número de adeptos." Wikipedia.

"También hasta la Peninsula Ibérica llegó el mitraismo con el Imperio Romano. Emerita (Mérida) puede ser considerada la capital de la religión mitraica en la Peninsula. Capital de Lusitania, Mérida contó con un santuario consagrado a la divinidad torera del sol, posiblemente uno de los más importantes santuarios mitraicos del Imperio en cuanto a número de esculturas. Parece que el mitreum de Mérida estaba justamente situado debajo de la actual plaza de toros." Mariate Cobaleda.

(Dedicado a los miembros de la Asociación cultural El Cerro de San Albín, Mérida).

29 de octubre de 2007

EL DILEMA

Me he levantado, he leido el articulo del Papa Negro y me he bajado a la calle a comprar ajo. Me encanta el ajo. Mi abuelo se los comía crudos. Fuerte como un toro... Ahora resulta que el ajo es de pobres. Que huele mal. Hoy le voy a echar mucho ajo a la comida.
Hacía sol y se podía disfrutar de sus rayos. Disfruté de este placer gratuito. Pasear. Paseando. Así te cruzas con la cabra. La cabra, ese espectaculo.
Me quede parado observando. Disfrutando.



No se sí sería la música, la charla del gitano, los movimientos de la cabra... Sería injusto describirlo, pero me pondría en plan Gutiérrez Solana. España negra.El Papa Negro. Toreo de salón. Torero mendigo. España mendiga... De esta forma procesaron mis sesos mientras las patitas se situaban encima del cubilete que preside la escalerita. La gente rompió a aplaudir, se paso el platillo, la gente reía y entregaba calderilla... Entonces, como la bala de diamante de Kurtz, me asaltó el dilema.
Goytisolo en La Chanca se planteó el dilema que me lleva acosando ya hace tiempo: La insoluble contradicción entre la fascinación estética y la indignacion moral... Un laberinto de bellas chabolas mentales.
Una mano tendida me saco del charco. Busqué en el bolsillo y le entregué 2 euros. Sólo a ellos y a las del romero. Una sonrisa agradecida. Dientes de oro. Nada en claro. Las mismas dudas. Vuelta a casa.

25 de octubre de 2007

EL TALIBÁN

Abrí un ojo, sentía la boca muy seca y cosquillas en las comisuras, intenté abrirla pero estaba casi pegada por las babas secas que habían actuado como una especie de cemento. Conseguí separarlos unos milimetros, volaron unas moscas, vi como volvían a bajar, empezó de nuevo el cosquilleo en las comisuras. Acerqué un dedo a mi ojo lentamente y aparté las inmensas legañas resecas, después lo abrí completamente, el cosquilleo crecía y se mezclaba con el zumbido de las alas o las patas de las moscas, el parpado se cerraba de nuevo y desde lo más profundo me vinieron ganas de bostezar. Se separarón mis labios y volaron moscas que allí se alimentaban de mis boqueras. Una se había quedado pegada, atrapada en la secreción amarilla notaba sus patas o sus alas moverse freneticamente en mi comisura. La saque de allí con cuidado, intentando no lastimarla. La observe entre mis dedos y la aplasté. Gracias a Dios voy a ver un nuevo día.
Mi cabaña de piedra, adobe, ladrillo y madera es la celda de un asceta, un recinto de pureza penitencial, que extiende su laconismo pòvero a la humilde enramada que sombrea la puerta que da a la montaña. Un búnker, pero también un refugio onírico de arquitectura elemental, de depuración minimalista, de elegancia despojada, de refinamiento sin esfuerzo, de belleza serena... Como nuestro arte.
Me puse la ropa y metí los pies en las babuchas, ajusté el turbante alrededor de la cabeza, cogí el ak-47 y esperé en el porche a que pasara el autobús leyendo blogs en mi portatil. Soy así: modernismo tecnológico y arcaico culturalmente.
Ya se le oía antes de que apareciera doblando la curva. El "autobús" es un "pick-up" de Toyota con el que nos desplazamos por las montañas allá donde Allah nos llame a la guerra santa. Así ha sido siempre y siempre lo será. Pararon justo delante mío levantando una nube de polvo, soltaron cuatro bromas, ofrecieron mil manos y me subí con ellos.
Bajamos por los caminos a una velocidad endemoniada hasta llegar al pueblo. Había reunión de sabios, una Jirga. Al sol en una plaza los viejos eran escuchados y lo que decían era tomado en consideración. Primero uno y luego otro viejo tomaban la palabra, y cuando el segundo había acabado empezaba el revuelo. Entonces todos decían lo que pensaban, y cualquier opinión era valida, pero sí se nombraba a Dios en vano o se intuía adoración a falsos idolos te echaban del pueblo a pedradas. Así ha sido siempre y siempre lo será.
Yo como soy un raro me encanta oir hablar a los sabios de verdad mientras fumo un poco de opio del valle. Muchos no lo tienen bien visto, por lo que a veces aprovecho algún descanso para pasear solitario por las callejuelas con la pipa y el retumbar en mi cabeza de alguna revelación que se vuelve sagrada por el humo que penetra hasta el fondo de los pulmones y produce chiribitas en mis ojos dejando sabor a caramelo en mi boca y en los dedos sucios.
Vomitando en una oscura y sucia esquina andaba cuando escuché a los niños recitar. Era algo ya conocido... Esa serie de palabras...
Dando tumbos y sujetandome en las paredes. De lao a lao. Como con un candil encima de la cabeza que no para de oscilar. Como con un candil en la bodega de un barco del siglo XV se iluminaba el suelo que yo pisaba. Seguí caminando persiguiendo el coro infantil. Y llegué a una puerta, la puerta de la madraza, donde no quise ni adentrar la mirada. Y allí permanecí durante horas escuchando esa letania proveniente de dentro. Esa letania que había aprendido dando cabezazos a los textos sagrados hasta hacerme sangre en la frente...
De la plaza llegaban los bramidos de los pick-up encendiendose, algún disparo al aire. Con fuerzas renovadas me alzé sin separar la espalda de la pared. En una especie de largo sueño vivido fuí como flotando donde me esperaban para volver. Mis labios no dejaban de mascullar aquella larga letanía memorizada hace tantos años ya. No dejaron de hacerlo en toda la vuelta a casa. Una vez allí arrimé el kalashnikov a mi estera, luego descolgué el antiguo saco de piel de detras de la puerta, dentro estaban las tablillas. Tablillas de madera con palabras sagradas, pero no del Corán, no de Ala. Palabras del Pasthunwali, el codigo que nos gobierna, el modo de los pashtunes.
El martillo retumbaba en las paredes vacias, su sonido chocaba contra las laderas de la montaña y viajaba hasta la cima, luego se introducía por las grietas y viajaba hasta el interior de las cuevas. Viajaba a través del universo y buceaba en las profundidades del espiritu. Los dos grandes caminos... Luego volvía a mí, y yo no escuchaba nada porque aquella sarta de palabras habían formado un bucle impermeable. Regresé a la estera y observé el resultado: con una sonrisa me alegré de ser un talibán.

"El aficionado puro, ese camina quedo, para, mira, calla. El aficionado puro parece que mira, pero en realidad no ve. La ilusión de la corrida ocupa su pensamiento y sueña toros bravos, lidiadores expertos, artistas de la tauromaquia. El aficionado puro, lo primero que le interesa del cartel es la ganadería y la hora de comienzo de la corrida. Los espadas, con ser muy importantes, constituyen un factor secundario en sus motivaciones, pues, toree quien toree, acudirá al festejo en cualquier caso. No suele alentar partidismos y lo mismo elogia hasta la excelsitud la actuación de un torero una tarde, que destruye analíticamente la siguiente. Algunos aficionados, cuando se les pregunta cuál es su toreo favorito, se sienten ofendidos por la duda y responden severamente:
-Yo no soy de nadie; sólo del que lo hace.
Su exigencia es que salga el toro íntegro; que la lidia se ajuste a las reglas; que la presidencia cumpla y haga cumplir el reglamento. Si además hay toreo bueno, ésa ya será la felicidad. El aficionado puro vive la corrida desde sus prolegómenos, se fija en todo cuando sucede en el ruedo y en el callejón; observa, estudia, analiza, correlaciona; posee un sentido de la justicia estricto y su primer objetivo de defensa es la fiesta misma. El aficionado puro es beligerante con todo cuanto atente contra la autenticidad del espectáculo, con aquello que lo desnaturalice. Pero no es intrasigentea ultranza, pues, en sentido contrario, cuando hay toro íntegro, lidia verdadera, mérito del lidiador, se hace de miel. El aficionado puro , en realidad, es un bendito de Dios."
Joaquín Vidal (El Toreo es Grandeza)

24 de octubre de 2007

LA VERDÁ DEL LEGIONARIO











Esta es la verdad de mi amigo el Legionario. Ahora que está lejos en el sur tatuandose un "Amor de Madre" inmenso y no puedo formar una tasca taurina allá donde me siente con él, le hago este sentido homenaje. Mucha culpa del cual la tiene Manon, que me ha llegao a las tripas con sus fotos y me ha recordado mis polémicas con el susodicho: "Que sí Morante, que sí Rafaelillo, que sí los mantazos, que sí los perritoros, que sí yo me puse de pie en Beneficencia, que sí él no vio la de Dolores Aguirre, que sí la emoción y el sentimiento, que sí la lidia y el dominio, que sí el arte, que sí el valor, que sí las pinturerias, que sí los arrimones..." Y así ad infinitum.
Un verdadero placer.



(Los morantistas renegarán del video para valorar la faena debido a la incapacidad de la camara para captar emociones o el duende o no sé que, pero ya que lo puse de Rafaelillo me parece justo incluir lo que pasó en el ruedo).

23 de octubre de 2007

BATAILLE DES REINES




"En octubre, normalmente el penúltimo domingo del mes, se desarrolla en Aosta la final de la “Bataille des Reines”, un singular combate de vacas que concluye una serie de eliminatorias que tienen lugar en primavera y al final de verano en varios pueblos del Valle.
Es un festejo taurino no exento de emoción y que goza de gran aceptación popular".

(Al Señor Papa Negro)

22 de octubre de 2007

21 de octubre de 2007

MIXTIFICACIONES

Mixtificación 1ª:
Para mí la verdadera razón del mito de José Tomás está en el fracaso de la fiesta de los toros.

Mixtificación 2ª:

La imagen de José Tomás corneado completó la figura... El mito se fue extendiendo. Un mito que, como casi todos, no comprometía a nada...

Mixtificación 3ª:
Lo demás para ser un mito lo pone la muerte, que siempre tiene su papel en la construcción de pedestales.
(Frases entresacadas y deformadas para nuestro tema favorito del artículo "Sobre el mito del Che" de Josep Ramoneda, publicado en El País el martes 16 de Octubre de 2007).

18 de octubre de 2007

LA VIRGEN Y LAS DOS TORRES

Un día abrí el hotmail y la Virgen me había mandado unos billetes de avión destino Roma. Volé desde Barajas a Ciampino y nada más bajar del avión me pase un rato comiendole la boca...
Luego nos adentramos en el infernal raccordo annulare, dimos una vuelta al Olímpico escuchando a los Irriducibili, y me llevó a un restaurante a comer "manzo" con mi hermano Cagno.
Ya a la mañana siguiente me llevó a la playa de Fregene, donde volvió a purificarme con arena, sol y agua de mar... Limpio como una patena me encerré con ella en su ermita para adorarla. De allí no salí en un par de días. Al tercero allí encerrado, la Virgen entre lagrimas, me ordenó ir a Bologna con el Cagno. Nada de Napoli ni de Firenze. Las virgenes son así, escriben con renglones torcidos.
Abandoné el caos capitalino, salí del Lazio, cruzé la Toscana, los Apeninos, llegué al principio de la llanura Padana y entré en Bologna "la roja" por la Vía Stalingrado.
Bologna es llamada "la roja" por el color de sus edificios fabricados con ladrillo, y reafirmado su nombre por ser bastión histórico del comunismo y socialismo italiano, con sus cooperativas, sus centros sociales, sus partisanos y sus brigadas. Además de todo esto, es la ciudad universitaria por antonomasia del país, habiendo estudiado en sus aulas gente como: Dante Alighieri, Petrarca, Thomas Becket, Erasmo de Rotterdam, Copernico...
En todas estas cosas pensaba mientras me adentraba en sus calles porticadas, sucias y bellas, llenas de rastas, perros, pijos bologneses, yonkis, erasmus de toda Europa y pakistanies...
Me hospedaron unos amigos calabreses, Dios les bendiga, en una casa del centro donde me preparé para dar un paseo. Antes de bajar, decidí conectarme para ver que se andaba cociendo por mis blogs de cabecera, encontrandome el exito de Bautista, el fracaso de los Adolfos, la actuación de Rafaelillo y una reyerta entre aficionados por el tema José Tomás. Lo miré todo así por encima, apagué el ordenador y rapidamente salí de allí a disfrutar de un aire nuevo.
Paseamos el Cagno y yo degustando las sensaciones, doblando esquinas sin conocimiento de lo que nos podía sorprender al otro lado, celebrando otro tipo de belleza... Y así me dí de bruces con Asinelli y Garisenda.





Las dos torres de Bologna fueron construidas entre 1109 y 1119. La de nombre Asinelli es la más alta, midiendo unos 97 metros. La Garisenda es la más pequeña e inclinada, midiendo 48 metros.

Por algún tipo de enfermedad que tengo, empezé a pensar en toros, pero decidí dejar mi runrun dentro mío y no aburrir al Cagno con asuntos taurinos... Al rato tenía una migraña taladrandome la cabeza. Me drogué y descansé todo el día. Antes de irme a dormir, ya bastante mejor, me dí otra vuelta por la blogsfera... La polémica seguía creciendo con los videos de la discordia, las fotos manipuladas, los perritoros y los mitos. Todo esto me estaba empezando a cansar, pero después de ver las dos torres había decidido tomar partido (encima me gustan los videos).
















A la mañana siguiente me fuí con el Cagno otra vez a los pies de la Asinelli y la Garisenda. Según cuenta la historia, en la Bologna medieval había construidas unas 200 torres. Cada familia con pudientes iba edificando su atalaya, compitiendo unas con otras por alcanzar la mayor altura, sinónimo de grandeza, riqueza y poder. Hoy en día ya quedan pocas, unas 4 ó 5, siendo las dos antes nombradas el símbolo de la ciudad.
Ante mí se erguían los restos de una disputa: una alta y poderosa, reinando sobre todo a su alrededor. La otra, baja y torcida, hundida, cantada por Dante en su Divina Comedia. En ese momento supe cual era cada cual. Una es la torre de los aficionados "racionales", la otra de los "irracionales".
Decidimos subir por la Asinelli, 500 escalones. Ascendiendo lentamente se me iban aclarando las ideas. Unos han construido su torre basandose en la razón, los otros en el sentimiento. Los primeros se basan en unos cánones que "canonizan los terrenos, las posiciones de los maestros y subalternos, las formas de citar, de desarrollar las suertes, la ejecución de los pases, el como rematarlos, la colocación de los pies del torero, sus juegos de cintura, el recorrido de sus brazos, la angulación del codo. Corpus legal que facilita, evidenciar y expresar con plenitud los quilates del diestro, evidencia y deja que se expresen las buenas maneras del toro defendiendolo de ventajismos bochornosos. Es esta del toreo, de las pocas disciplinas artísticas en las que el respeto ultra-académico de los cánones conduce al asombro y la maravilla". Aficionados cartesianos, críticos, ilustrados, éticos. Que juzgan desde el conocimiento frío, hasta que se cumplen los cánones con un toro integro, entonces ven a la Virgen y se parten la camisa sí hace falta.
Casi axfisiado llegué arriba del todo, el oxigeno me quemaba los pulmones. Me senté en el marco de una de las ventanas enrejadas. Debajo mía se encontraba la Garisenda, mal construida por haberse fabricado con los sentimientos y no la razón, con oscurantismos místicos y sacralizaciones, relativismos, despreciando el progreso humano (videos y fotos) y descreidos de la ética y del buen actuar (toro integro). Inclinada e inferior a la Asinelli es la torre de los iluminados que acusan a los aficionados de represores. Para mí, estos represores, son quienes aun no han descreido de los ideales de la fiesta y mantienen la fe en que esta será capaz de vivir en plenitud algún día y no precisamente gracias a su dependencia de utopías que voceen la "salvación".

Tome aire, había pensado demasiado... Empezamos el lento descenso, no dijimos ni una palabra hasta estar en tierra. Salí de la torre y las volví a mirar. La inclinada me trajo los versos de Dante, un honor que la otra no comparte ("Cual parece al mirar la Garisenda..."), y la cercanía del suelo me recordó mis gustos irracionales (Bataille, Nietzsche... Morante), pero no podían impedir que la Asinelli resaltara por detrás con su claridad racional... Vamos a decir que es imposible que una le haga sombra a la otra... De todas formas, ante el mar de dudas que me planeaban en la cabeza debido a mis contradicciones, hice caso del consejo de Pancho Villa: "Se usa primero esta -decía señalando la cabeza- y luego estos -tomandose los testículos".

Volvimos a Roma y nos unimos al atasco continuo. La Virgen me esperaba. Anduve en motorino con él por el Trastevere y el Gianicolo, y en coche con ella por toda la ciudad escuchando a Bambino a todo trapo. Me hinche a comer y de vuelta a España. Aquí me esperaban Rafaelillo y los Miuras, jamón iberico y revuelto de farinato...

Los días pasaron volando. Cuando ella volvió a su ermita, se me revolvió el estomago y una lagrima brotó de mi ojo izquierdo.

2 de octubre de 2007

LA TRINCHERA



Tirado en una trinchera el barro me ciega los ojos. Me limpio con la manga y me incorporo. Estoy rodeado de viejos soldados, y algunos que no lo son tanto. Sus rostros denotan cansancio y hastío. También, pasión y fanatismo ciego en la causa. Ya quedan pocas batallas tras una larga temporada... El frío llegará en breve y habrá que hacer una pausa en las hostilidades.

Camino por la trinchera con mi Mulo y el Legionario. El uno va dando coces a diestro y siniestro. El otro, a causa de una herida en la mano, sufre delirios con Morante de la Puebla. No deja de dibujar verónicas con su rifle, pintado en barroca manera, pero no es capaz de emitir ni una palabra. Me mira y señala con el dedo el panorama desolador frente a nosotros, sus ojos preguntan: ¿Dónde está la belleza?, ¿dónde quedó?.

Unos metros en línea recta, en la otra trinchera, estan formidablemente armados. Cañones que disparan bombas de metralla fabricada con esquirlas de pitón afeitado. También llueven granadas de gas estafa, infestan los campos de orejas - mina, y cargan con la caballería acorazada. Sin olvidar la guerra psicológica a traves de altavoces que emiten las tauromaquias de Mundochoto, 6chotos6, y el tomate... Pero sus soldados son babosas, y a corazones valientes nunca le pudieron bombas... O eso dice alguno que conozco que perdió la guerra.

En la mía, la actividad es frenética y yo estoy rodeado de bravos: por allí cerca está el Papa Negro, monje soldado que me inflama el corazón con sus discursos antes de la batalla, y junto a él, el Capitán Alatriste afilando la espada. También Agustín Hervás cantando por malagueñas rodeado de boquerones y soldados de Paracuellos. En el centro, siempre en primera línea, el pelotón de élite del Chofre con oficiales excelentemente formados en Madrid, Salamanca, Mérida y el País Vasco. Manon y Cordero asoman sus cámaras sobre los sacos de arena, para captar las atrocidades causadas por el enemigo, y cantar las azañas de los honrados. Detrás de ellos, Bastonito camina con un grupo de legionarios franceses armados hasta los dientes y con la mirada del kilómetro. Los hombres de Toro, torero y afición se mueven por toda la trinchera con sus silbatos llamando la atención a los resistentes e intentando la mejor coordinación de las defensas y los ataques. En una esquina, dos soldados con acento maño conversan socraticamente sobre la guerra. Otro me pasa un papel con informes del norte (Burgos), y justo entonces, segundos antes de la última carga del año, aparece la Condesa, regalando besos a los soldados antes de sacar un cuchillo de debajo de la liga, fiera donde las haya...

Todo está lleno de soldados. Soldados valientes con una causa. Pronto llegará el invierno y se hará un paréntesis... Con la primavera ellos seguirán aquí.

TIENE CHIVA UN GRAN TORERO...



Eso canta un pasodoble con el que me torturaron durante días en una carcel de reeducación taurina... Ahora libre, canto la copla según los verdaderos aficionados, la que me enseñaron en la tasca: "Tiene Chiva un gran embustero...".