31 de enero de 2008

EL TORO DE FALARIS



El toro de Phalaris o Falaris, era un "ingenio" que, entre los años 1500 al 1700, no faltaba en ninguna cámara de torturas que se preciara de serlo. El aparato en cuestión era una reproducción en bronce de un toro o buey cuyo interior se encontraba hueco. Por una portezuela que tenía en un costado, se introducía al reo y debajo de la figura se encendía una gran hoguera. Literalmente, el preso era asado vivo. Además, la resonancia en el interior, hacía que los gritos salieran por la boca del toro y así parecía que era este el que mugía.



La invención de este artilugio se le atribuye a Phalaris, tirano de Agrakas, que murió en el año 554 adC. Cuenta la leyenda que enconmendó su diseño a un tal Perillos al que hizo probar el invento en sus propias carnes. En algunos modelos, les ponían tubos colocados por el interior de la garganta de la figura, para lograr mejor sonido y más realismo en el mugido. También algunos, disponían de salida de aire especial, para que el humo saliera mezclado con incienso o diferentes aromas y al parecer, era costumbre coger luego los huesos calcinados para hacerse pulseras o adornos. Se cree que Falaris murió dentro de uno de estos toros.


Los romanos también usaron el "toro de Phalaris" con bastante asiduidad, especialmente con los cristianos y varios santos fueron martirizados en él, como San Eustaquio. Posteriormente (S. XVI-XVIII) se utilizó como método de tortura, aunque realmente, entrar en un "toro de Phalaris" era, casi con seguridad, una sentencia de muerte.


(Hoy ha sido publicada la "Lista Negra de ganaderias 2008" para la plaza de Las Ventas confeccionada por la Asociación el Toro de Madrid. Se podrá estar más o menos de acuerdo con ella, pero como documento hecho "por" y "para" aficionados para mi siempre es un placer leerla. No se andan con medias tintas y el lenguaje que utilizan es de un realismo y claridad reveladores. Vamos, con la muleta planchá y la pata pá lante. Nada de barroquismos...


Y andaba yo navegando entre esa mar de términos tales cual: "mansedumbre", "falta de casta", "absolutamente invalidos", "aburrimiento asegurado", "toros de carne", "ayunos de casta y fuerza", "borreguez", "simulacros de toros bravos", "descastados", "sin trapío", "corrida de bueyes", "festejos insufribles", "muy floja", "petardo", "falta de respeto", "medio-toro", "toros engordados que rodaron como pelotas", "bastos, invalidos y descastados", "vacada al servicio de las figuras", "nobleza desesperante", "fuerzas mínimas", "su presencia deja mucho que desear", "estado lamentable", "muy mal presentados", "muy sosos y deslucidos", "feos e invalidos", "casta por los suelos", "la emoción no existe", "batacazo", "positivo por afeitado", "podridos por dentro", "novillada infumable", "sin fuerzas, ni casta, ni nada", "auténtica moruchada", "animalito aborregado", "flojisimo que no podía con su alma", "absoluto invalido", "sosísimo", "marmolillo", "descastamiento", "escándalo", "desolador", "nulo juego", "ruina total", "falta de movilidad"... Cuándo empecé a sentir que no me llegaba el aire al pecho, cómo un ahogo entre tanta catastrofe hecha palabra, que es lo que parece ser la cabaña brava, y todas ellas me hundían, pero 2 parejas de ellas más que ninguna en especial me arrastraban al fondo casi como causa de todas juntas: sangre Domecq y fábrica Domecq.


Cerré el pdf y mis vias respiratorias se abrieron. Entonces con el oxígeno me acordé de el toro de Falaris. El toro como instrumento de tortura, de martirio, de suplicio, de zozobra, de aflicción, de congoja, de pena, de tormento... En los laboratorios Domecq lo han conseguido convertir en un ser vivo y han suavizado "aparentemente" su impacto: sí un reo se ve expuesto a su visión durante más de 2 horas, su cerebro puede terminar asado).


28 de enero de 2008

TORERIAS



Uno se prepara una tournee de musho arte publicitandose por platos de televisión, con manos a mano excentricos y toros artista, a modo, humanizados...
El otro se prepara una temporada de Castellón a Jaén hablando con los aficionados, corridas en todas las plazas grandes y pidiendose los Victorinos



Uno anuncia en Mundotoro que se niega a ir a la Feria de Sevilla por la imposibilidad de negociar personalmente los contratos televisivos.
El otro declara ante un grupo de aficionados: "Prefiero ser un gran torero a un torero rico".




Uno se recupera de una cornada en un tentadero en Mexico negandose a torear en la Feria de Sevilla si sus faenas son retrasmitidas por TV.
El otro se recupera de una cornada en un tentadero de Palha viendo como su nombre no aparece en los carteles de la Feria de Sevilla.

27 de enero de 2008

EL GUETO


Hará dos años más o menos que llevo sin ver a un niño jugar a los toros en la calle. La última vez fue con mi compadre Paul. Habíamos bajado, disfrutando del sol primaveral, casi veraniego, a dar una vuelta a la calle. Nuestros pasos nos llevaron cerca del campus universitario. Allí se extienden, entre los edificios de las facultades, grandes campos de hierba donde los estudiantes se solazan tumbados, conversando, drogandose o jugando a cualquier deporte. En uno de los bancos que rodean esos prados artificiales tomamos asiento. Las frases y los temas iban y venían. A nuestro alrededor pijos de los de siempre jugando a futbol americano (degeneración total); hippie-punkis-antiglobalización con sus perros, sus rastas, sus porros; jichos de barrio con sus oros y sus peinados de llamativos colores como sus chandales; algunos guiris anodinos como su blanca piel tornandose roja parloteando en su lengua; anodinos españolitos hablando de futbol y sexo, de sexo y futbol, comiendo pipas... Allí en medio, en un banco, conversabamos Paul y yo pensando que nosotros eramos los únicos que tenían una conversación interesante. Una conversación desesperanzada.
Entonces aparecieron ellos dos, dos niños. Parecía que eran niños de siempre y siempre serían niños. Se dirigieron al campo de hierba que está en frente, al otro lado de una carreterita, y estaba vacio. Allí uno extendió su trapito rojo, al otro le tocó hacer de toro. El juego comenzó. Paul y yo embelesados, en medio de todo lo demás, no parabamos de mirarlos, sonrisa en la boca... Cuántos recuerdos y cuanta pena... Sin necesidad de hablar, en medio del presente real, nos dimos cuenta de que eso era un hecho especial, nada habitual, no como cuando él y yo eramos niños. En ese momento nos dimos cuenta de que los toros y su gente están en el gueto.

gueto.

(Del it. ghetto).


1. m. Judería marginada dentro de una ciudad.


2. m. Barrio o suburbio en que viven personas marginadas por el resto de la sociedad.


3. m. Situación o condición marginal en que vive un pueblo, una clase social o un grupo de personas.


(Nos quedamos con la segunda y tercera acepción)



Han pasado dos años y esa sensación se va haciendo cada vez mayor. Hoy leyendo a Javier Cercas en El País Semanal toda mi desesperanza se ha abalanzado sobre mí, pero he salido más fuerte...
En el artículo en cuestión se nos habla de Montaigne y sus "Ensayos" y de Vasili Grossman y su "Vida y destino". Del primero extrae una frase que reza asi: "El temor, el deseo, la esperanza, nos proyectan hacia el futuro y nos arrebatan el sentimiento y la consideración de aquello que es, para que nos ocupemos de aquello que será, incluso cuando ya no estemos". Con lo que se crea la causa de nuestras desdichas: "nuestra incurable propensión a vivir en la esperanza del futuro, y no en la realidad del presente, que es la única realidad". "Nunca estamos en casa", concluye Montaigne. "Siempre estamos más allá".
Cercas lo relaciona, en un ejercicio de "filología recreativa", con una idea que brota del libro del ruso. Esta idea está expresada por Anna Semiónovna, "una vieja doctora judía que ha sido recluida por los nazis en el gueto de una ciudad ucraniana". Esta mujer, ante la certidumbre de que va a ser asesinada junto a sus compañeros, escribe una carta de despedida a su hijo; en ella anota algunas cosas que ha observado en el gueto. Alguna de estas anotaciones las relaciono con el gueto taurino... (Los entreparentesis son mios)
"...el gueto es el lugar más desdichado del mundo no porque en él no haya ninguna esperanza, sino porque "en ningún otro lugar del mundo hay más esperanza". En aquel agujero sin redención (algunos me llamaran exagerado, pero poca redención le queda ya a la fiesta por parte de la modernidad) circulan incansablemente, en efecto, todo tipo de rumores y noticias que prometen la salvación o que la esperanza interpreta como indicios seguros de su inmediata liberación (¿la salvación la traen los Mesías?¿los artistas?), y Anna Semiónovna observa con perplejidad que "cuanto más optimistas son las personas, más ruines y egoistas se vuelven" y que "cuanto menor es la esperanza de sobrevivir de un hombre, mejor, más bueno y generoso es éste".De ahí que para el personaje de Grossman la esperanza no sea sólo, como para Montaigne, la fuente de todas nuestras desdichas; también es la fuente de nuestra maldad (...) Por lo demás, tanto Montaigne como Grossman saben que no hay nada más dificil que luchar contra la esperanza, porque está inscrita en nuestra naturaleza o porque, como dice Grossman, no nace de la SENSATEZ (las mayusculas son mías), sino con el instinto.
Así que (continua) en eso consiste nuestra maldición: en que siempre hay demasiadas razones para la esperanza, porque no sabemos vivir sin esperanza. (...) ¿La esperanza es lo último que hay que perder? Ni hablar: a menos que uno quiera vivir en la cobardía pestilente y catastrófica de la tristeza, lo primero que hay que perder es la esperanza".

(Sólo nos queda tener la moral del alcoyano, así están las cosas. Confio en que Cercas y ustedes me perdonen el fusilamiento)

26 de enero de 2008

CON RETRASO


"... la del caballo es una bravura simple que podía servir para los inicios de la Fiesta. Ahora hay una nueva bravura que permite que un toro acabe combatiendo hasta el final de su lidia...."

"...torear es dirigir la embestida del toro con los vuelos del capote y la muleta. Hace falta un toro que la quiera coger, que humille cada vez más, que dure mucho porque las faenas son más largas y todo ello con un toro que cada vez tenga más sensación de riesgo, lo que lo complica todo, porque la fiereza y la casta complica la capacidad para torearlo..."

"Es un cuento contado por un idiota, llena de ruido y furia, que no significa nada" William Shakespeare. Macbeth.

(Perdonen el retraso y la utilización de esta magnífica frase, que es una visión de la vida, para definir las declaraciones de este impresentable)

16 de enero de 2008

YO MANDO EN MI HAMBRE


"Yo mando en mi hambre", solía decir Antonio Nuñez "El Chocolate" cuando alguien le reprochaba la manera en que llevaba su carrera, seleccionando los contratos. Toda una lección para los que se postran ante el capital. Su arte estaba por encima de eso. ¿Hoy en día cuántos toreros hay con esta integridad? El comentario generalizado que me hacen es del tipo: "Sí Rafaelillo pudiera, toreaba toros bodegueros, pero como no puede, torea lo que le echan. Pero, ay sí pudiera...". Aquí, por lo visto, nadie apuesta un duro por la honradez de los toreros... Y así es como la fiesta se va por el desague...

15 de enero de 2008

PASTORES DEL MIEDO



"No odio en modo alguno el cine (toreo) comercial. Es perfectamente lícito. Hay mucha gente que necesita evadirse porque quizás atraviesen situaciones personales difíciles. Pero eso no tiene nada que ver con una manifestación artística. Una manifestación artística está obligada a confrontarte con la realidad". Michael Haneke. Lo que va entre parentesis es mío.

Algunos considerarán demagógico utilizar estas palabras de uno de los mejores directores de cine de los ultimos años para referirme al mundo de los toros. Yo no lo creo así. Quién conozca sus peliculas sabe que Haneke es cinqueño y duro, doloroso. Diseccionador de nuestra Europa del bienestar social y la desolación moral. Coherente e integro hasta las cachas. No hace concesiones al espectador. Ninguna. Para el la audiencia debe ser enfrentada, no entretenida, no manipulada. Busca apelar a un arte que haga preguntas insistentemente en vez de dar rápidas respuestas falsas. Es todo un ejemplo de compromiso hacía su arte, con unos valores que son extrapolables perfectamente a la tauromaquía. Ojalá hubiera más profesionales de cualquier campo de la fiesta (ganaderos, toreros, prensa... Los empresarios ya están perdidos) que reflexionaran y actuaran con el toreo como él hace con sus películas.
Lo llaman "el pastor del miedo" porque lo dá, como el toro de más arriba... El miedo que da enfrentarse a la realidad sin afeitar. Miedo hasta la catársis.

13 de enero de 2008

MAD AS HELL/ESTOY MUY MOLESTO



Después de contemplar el debate sobre el origen de los males de la fiesta, o sea, sobre el diablo, en el que se le ha intentado poner cara como en el Codex Gigas, y bajo el influjo del Zeitgeist, yo también le pongo nombre a la bicha: el liberalismo económico y la cultura Walt Disney para sumirnos en la máxima estupidez (y de esto los toros no se van a librar). Por eso les dejo aquí este discurso encontrado en el "curioso" documental arriba linkeado como toma de postura ante lo que nos rodea.

"No tengo que decirles que las cosas estan mal, todo mundo sabe que las cosas estan mal, es una depresión, todos estan desempleados o temerosos de que vayan a perder su trabajo, el dolar compra lo que vale el centavo, los bancos estan saboteandonos, los intendentes guardan un arma bajo la caja, los vandalos estan en la calle como locos, y no hay nadie que sepa algo que hacer, y no hay fin para ello.

Sabemos que el aire es inapropiado para respirarlo, y que nuestra comida es inapropiada para comer, y todavia nos sentamos en nuestras televisiones cuando algun reportero nos cuenta que que hoy tuvimos 15 homicidios y 63 crimenes violentos como si fuera la forma en que las cosas deberían de ser. Sabemos que las cosas estan mal, peor que mal, están locos! es como si todos en todas partes se estan voviendo locos, así que ya no salimos. Nos sentamos en casa y el mundo se vuelve mas pequeño, y todo lo que decimos es "por favor al menos déjenos en paz en nuestras habitaciones, dejenme tener mi tostadora y mi televisión y mis copas de aluminio, y no diré nada, solo dejenos en paz. Bueno, no los voy a dejar en paz, QUIERO QUE SE MOLESTEN!!!, no quiero que protesten, no quiero motines, no quiero que le escriben a su diputado por que no se que decirles que escribir, yo no se que hacer sobre la depresión y la inflación, los rusos, y del crimen en las calles.

Todo lo que se es que tienen que molestarse,tienen que decir "SOY UN SER HUMANO,MALDITA SEA, MI VIDA TIENE VALOR!!!! Asi que quiero que se levanten quiero que se levanten de sus sillas, quiero que se levanten ahora mismo y que salgan a la ventana, saquen su cabeza y griten: ESTOY MUY MOLESTO, Y NO LO VOY A SOPORTAR NUNCA MAS!!! quiero que se levanten ahora mismo, parense,vayan hacia sus ventanas, abranlas, saquen su cabeza y griten: ESTOY MUY MOLESTO, Y NO LO VOY A SOPORTAR NUNCA MÁS!!!

Las Cosas tienen que cambiar, pero primero deben de molestarse, tienen que decirlo: ESTOY MUY MOLESTO, Y NO LO VOY A SOPORTAR NUNCA MÁS!!!, entonces averiguaremos que hacer sobre la inflación y la depresión y la crisis del petróleo, pero primero separense de sus sillas, abran la ventana, saquen sus cabezas hacia afuera, griten y digan:ESTOY MUY MOLESTO, Y NO LO VOY A SOPORTAR NUNCA MÁS!!!!!."




9 de enero de 2008

PURO BARROCO AMERICANO


Hace ya unos meses andaba tan mal la cosa que yo me ponía en plan romantico (barato) exigiendo toreros "puros" que además de enfrentarse al rito añadieran un estilo propio, una personalidad especial. Así llegaba a calificar como ejemplares en este aspecto a Esplá, Morante y el Pana. Cada uno con su correspondiente Cohiba en la boca y toneladas de carisma.
¿Cómo está la situación hoy en día? Esplá después de lo de Ceret tiene mucho crédito para esta temporada aunque me da la impresión de que lo puede perder rapidamente a lo largo de ella misma sí sigue como en los ultimos años. Morante lo está perdiendo por completo, parte de su personalidad (casi exclusivamente delante del toro) me fascina y muchas veces hace que lo juzgue con indulgencia (divina seas), pero otras muchas me hacen barruntar. Ya expondré todas las teorias que me pasan por la cabeza, porque este no es el momento adecuado (prisas), pero cada día me fio menos de sus excentricidades, de sus toros y del circo Tomasista de 25 funciones que anda preparando para el ominoso año que nos aguarda. Tengo una inmensa paranoia después de hojear el especial 6toros6 de la tauromaquia del de la Puebla, y ese desquicie me ahoga con imagenes de una nueva edad de oro (del que cago el moro) patrocinada por los triunfalistas y protagonizada por el Mesias abelmontado -"vete rapido a verlo"- y el Gallo Morante -"se acabaron los toros"- en una secuela barata y decadente a más no poder.
Pero este articulo tiene como protagonista al Pana, ese personaje. Él tiene el mismo crédito para mi. Ni ha subido ni ha bajado. El juega en otra categoría. Con esto no quiero que crean que le doy más importancia al Pana de la que tiene -¿mera curiosidad exótica?- sólo quiero romper una lanza a favor de este torero barroco americano (churrigueresco) por lo del paseillo en Insurgentes. Los toros, en cuanto rito que es, tiene una serie de carácteristicas esenciales (casi todas ellas produciendose delante del animal). Como una misa. Luego hay una serie de elementos circunstanciales, como fumarse un puro haciendo el paseillo. Toda persona con un mínimo de cultura general sabe que la manera de expresar la religiosidad en una iglesia mexicana no va a ser la misma que en una iglesia española. Es algo tan simple como que allí se produce el sincretismo del catolicismo con las tradiciones ancestrales indigenas: allí comen, fuman y beben en el templo, cantan canciones más antiguas que Cristo con sus vestimentas características, adoran imagenes con varios nombres y significados y les ofrendan productos diversos de los nuestros. Pero el sustrato es el mismo.
Pues igual en un paseillo de una corrida de toros. Tengo mis preferencias en cuanto a que tipo de misa me gusta más (en Latín y de espaldas, con todo el boato) pero no por eso voy a decir que una misa en Chiapas, en Harlem o de las del Culto (gitanos) es una burla a la religión cristiana. Vamos, que a mi el Pana en su plaza, con su ¿poncho? y su puro me pegan tan bien como esos angeles armados con arcabuces que hacían furor en el barroco americano vestidos con extravagantes telas...

7 de enero de 2008

LA JUBILACIÓN


Por los interminables, resplandecientes mármoles jaspeados, veteados, nubiformes, herrumbrados, broncíneos, fogueados, en trenes de corredores y convoyes de salones, los veloces, rectileneos, silenciosos pedaleos de zapatitos negros permanentemente relustrándose al frote con el flotante, casi levitante, susurrar de las sotanas, anunciaban una nueva entre murmullos: Benedicto XVI permite la jubilación del Papa Negro.
En una de sus estancias, cuenta un cura tomado a prueba para subalterno en la Sede vaticana, se reunían los dos papas una vez a la semana para leer en silencio las noticias traidas por diversos periódicos de este mundo cruel. De vez en cuando, alguno de ellos, ante alguna noticia en especial, paraba su lectura para analizarla y comentarla en alto. Pero por lo general el silencio era sepulcral y casi sólo se podía escuchar el tintineo del vaso del mejor cristal de Bohemia contra la más fina plata del platillo que impedía la herejía de que una gota de agua tocase la madera de 4 siglos y valor incalculable.
Y así discurría esta mañana: silencio, agua Bling H2O (40 dolares la botella decorada con cristales de Swarosky), pizzete de Il Gianfornaio y L'Osservatore Romano. La luz grís de un día del enero romano entraba por la ventana. Nada en particular anunciaba lo que tenía que llegar.
Benedicto, según se comenta por los pasillos de la Santa Sede, estaba mordiendo una de esas delicias horneadas en Ponte Milvio cuando observó algunos gestos de inquietud en el Papa Negro. Éste había dejado de leer el periódico y tenía puestos los ojos en su iPhone.

¿Le pasa algo?

Silencio fue la respuesta, Benedicto abandonó el periódico al instante. No estaba acostumbrado a este tipo de actitud ante sus palabras, por lo general actuaban como sí le prestaran atención. Los ojos del jesuita parecían febriles. Entonces, en uno de esos momentos que le hubieran parecido llenos de divinidad sí no estuviera curao de espanto, la luz entró pura por la ventana bañando al hombre de negro que justo en ese instante se incorporaba lanzando el diario y exclamando:

Dimito, tengo otra misión.

En el rostro de Su Santidad se dibujó una mueca de horror al mismo tiempo que emitía una especie de gemidito...

¿Pero que dice usted?
No hay vuelta atrás Ratzinger, la decisión está tomada. El sol me ha iluminado. Tengo que intentar salvar al toro, al hombre y a la tauromaquia con mis humildes conocimientos.
Pe, pepe, pero...
No hay peros, hasta nunca y gracias... ¡Qué Dios reparta suerte!

El Papa Negro abandonó la estancia dejando tras de sí a un hombre anonadado y balbuciente.

Esto es lo que cuentan y en lo que coinciden todos los curas subalternos entre susurros en sus concilios de 3 o 4 por algún pasillo o esquina del Vaticano. La discusión viene luego, y trata sobre que fue lo que leyó en su iPhone el préposito general... Nadie puede afirmar esto con precisión, ni nadie lo sabrá hasta que él lo diga, y es posible que no lo diga nunca y por lo tanto nunca se sepa, dejando campo libre para que florezcan leyendas como malas hierbas. Hasta que ese día llegue, o sepamos que no va a llegar nunca, yo me voy a atrever a plantar una mandragora (que en griego significa "dañino para el ganado") que nos dice que ante carteles como el de Sevilla, ante toros como los de America y ante falsos ídolos como José Tomás y Morante de la Puebla necesitamos una contrareforma cuya finalidad será: "la perfección, propia y ajena, para gloria y servicio del toro".

Dios le guarde muchos años.

4 de enero de 2008

EL CAMINO


"La libertad es un camino pocas veces recorrido por la multitud".

2 de enero de 2008

EL PIE IZQUIERDO - LOS AGOREROS




Hoy me he levantado con el pie izquierdo. El gato me arañó, fallé la patada, y caí sobre mi pie izquierdo. No dicen que de suerte.
En la mesa, nada. En la nevera, nada. Un viento se ha colado por la ventana y me ha golpeado el pecho cuando rasgaba mi garganta forzando a salir la flema. Como si atravesará mi piel su frío ha llenado mis pulmones. Me he hinchado como un cerdo. He abierto todas las vías respiratorias separando los brazos. Fuerte, igual que cuando vas a vomitar. Me sentía lleno de profecias negras y quería sacarlas. Ando sobrado de ellas.
El futuro se presenta ante nosotros. ¿Qué cara ponerle? Asco. Por lo general... Después de dar una vuelta por la calle en Nochevieja toda esperanza se esfuma. Me dan ganas de subir a una caja y empezar a predicar: "Vendran más años...".
Entonces Don Rafael y los agoreros han venido a mi mente en su polémica con Savater, cuando este último le acuso de serlo por sus criticas a la televisión. A los buenos aficionados de las plazas de toros también se les ha tipificado muchas veces como "predicadores", para así impugnar sus opiniones, funcionando esta tipificación como desenmascaramiento, anulando la influencia del texto de estos ya que activa el prejuicio según el cual: "Es un predicador (u otra cosa), luego no puede decir verdad, porque no habla según la naturaleza de las cosas, sino según su condición".
Este especimen consta de algunas características que difieren un poco de las típicas según Savater en su impugnación: no tiene porque ser escatológico (no es necesario que diga: "¡Arrepentíos, el día se acerca!"); no necesita estar sublevado "contra las corrupciones producidas por la belleza", sino que sigue siendolo aunque esté "contra las que causa la fealdad" y no se le exige estar contra el placer, sino que también es predicador estando contra el dolor y el sacrificio. (Aquí habro un largo parentesis para puntualizar un asunto que puede crear confusión. El aficionado ha sido etiquetado antiguamente como "escatológico" y "apocalíptico", además de acusado de estar contra la "belleza" y el "placer", siguiendo la línea clásica de predicador. Pero podemos observar que coincide mejor con el "predicador" de Savater. Por un lado, el aficionado piensa en que como se siga así el día del fin llegará en breve, coincidiendo con la visión añeja, pero por otro, sí se habla con un aficionado sobre el futuro de una fiesta en el que se aplicaran los reglamentos, no se puede encontrar a alguien más seguro de la permanencia eterna del arte de la tauromaquia en este mundo. De la falta de sensibilidad artística de los "talibanes" de los tendidos y su "sadismo" mucho se ha hablado ya, acusados de obsesionarse con los arrimones y el trapío, olvidandose de la "belleza" de los pases y el "placer" del triunfo; pero yo les veo más en contra todavía de la fealdad y el dolor; la fealdad y el dolor de animales impotentes y del engaño).
Continuando con el sermón, afirma Sánchez Ferlosio que Savater de esta forma deja el tipo "predicador" tan ancho como "persona que habla mal del mundo", pero con un matiz de un talante hipocondriaco. Aquí viene una de las partes que más me recuerda a las crítica hacia los aficionados; en ella se habla del "desinfectante" contra los "resentidos", los "derrotistas"; consistente en desenmascarar su actitud como (y citamos a Savater): "una lúgubre y sarcástica celebración de la impotencia humana en la que se refocilan con aspavientos de deplorarla; una enmienda a la totalidad que todo lo deja confortablemente igual" (Aquí sustituyanme "impotencia humana" por "impotencia del mundo de los toros" en lo concerniente a mantener su importancia como arte). Esto es impugnado con una frase de Adorno sobre el optimismo de izquierdas, frase que transfiero al optimismo del "taurinismo" reinante: "El optimismo de los taurinos renueva la maligna superstición burguesa según la cual no hay que pintar el diablo en la pared, sino atenerse a lo positivo. ¿Al señorito no le gusta el mundo? ¡Pues búsquese otro mejor!".
Se cita luego al Káiser, que dijo: Schwarzseher dulde ich nicht (Schwarzseher -lit.: el que ve negro- se llama en alemán al agorero; y la frase se puede traducir así: "No tolero aves de mal agüero") y nos recuerda a dos soberanos remotos que reaccionaron exactamente igual: Acab, rey de Israel, que hablaba así del augur Miqueas: "... yo lo aborrezco, porque no vaticina bien alguno; nunca me predice más que el mal", y Agamenón, rey de Micenas, que increpa así a Calcante: "¡Oh, adivino de males, nunca me has predicho cosa grata, siempre han sido los males lo caro a tus entrañas, pero hasta hoy jamás una palabra buena has dicho ni cumplido!", y así me trae a la memoria a esos que le echan la culpa de todos los males a cierto tipo de aficionado y de tendido crítico...
En los tres casos históricos son los poderosos los que reniegan de los sabios por anunciar males, no tengo ningún genero de dudas de que estas posiciones se mantienen tal cual en la fiesta de los toros.
(Los agoreros son: Rafael Sánchez Ferlosio, Miqueas, Calcante, Alfonso Navalón y Joaquín Vidal)