28 de mayo de 2008

CÁNONES



"Las artes se aprenden mediante la razón y el método, y no existe para ellas más maestro que la práctica"

"A partir de los ejemplos que nos han llegado de nuestros antepasados, de los consejos de los expertos y de la práctica continuada, se ha obtenido el más perfecto conocimiento sobre la realización de las obras más dignas de admiración, a partir de dicho conocimiento se obtuvieron unas reglas de probadísima eficacia; reglas que de ninguna forma deben pasar por alto quienes quieran -algo que todos debemos desear- no pasar por absolutamente ineptos a la hora de construir (TOREAR)". Leon Battista Alberti

Cada tarde que veo los toros me encuentro con esa lidia de hoy en día, moderna o posmoderna, que yo llamo tomadura de pelo o incompetencia. ¿Dónde quedaron los Sagrados Cánones de la Tauromaquia? En esta época del "todo vale" ni ellos se salvan de la degeneración general; a pesar de haberse demostrado que el respeto ultra académico a estos es lo que conduce al asombro y la maravilla en este arte. Por eso, aunque parezcan de Perogrullo, creo que no viene mal recordar estos textos de Alberti, que siguen manteniendo toda su vigencia ocho siglos después para cualquier persona que desee practicar cualquier arte, entre ellas, por supuesto, la del toreo.

(Remate: Hay que leer-repasar a Domingo Ortega y a Rafael Ortega...CANÓNICOS)

6 comentarios:

javier dijo...

Cito a José Bergamín:
" Los Principios del arte de torear que escribió Pepe-Illo tienen la permanencia perfecta de un dogma estético, o sea, todas las condiciones convencionales de una ciencia. Tratar de sustituirlos sería como tratar de inventar un nuevo sistema planetario: posible, pero incómodo; y, probablemente, equivocado."

el papa negro dijo...

Cualquier cánon contiene en sí mismo su "punto de fuga".
Tal es pensar que se puede poseer el horizonte (ideal) donde convergen las "paralelas falsas" atajando por cualquier trocha.
De la calidad de la pasión humana que habita en el observador del horizonte depende la grandeza del arte o la vileza abyecta de la violación.
Al final el horizonte permanece y los raíles del tren no se unen en él resistiendo al humano que se cree demiurgo y canónico.
Permitan que repita el verso del Argensola renacentista rescatado por los Expósitos:
"Porque ese cielo azul que todos vemos, ni es cielo ni es azul.
! Lástima grande que no sea verdad tanta belleza !"
(Sobre cánones y condición humana)

Anónimo dijo...

Señores, su presencia por aquí es un honor.. me hacen pensar... que no es poco...

Muchas gracias Javier por traer lo dicho por Bergamín, de lo cual me quedo con lo de Perogrullo que eran mis palabras. Coincido casi al 100%, no desestabilicemos el planeta de los toros que está muy bien hecho (otra cosa es que sea inmutable). Pero la palabra "ciencia"... esa palabra me echa un poco pa tras referida a los toros (Siempre he oido la frase: "si la tauromaquia fuese ciencia, a Pepe-Illo no lo hubiera matado el toro en el ruedo").

Su Santidad... creo que en los toros el punto de fuga del cánon es seguir los railes con la pata pa lante hacia el horizonte. El problema es los que quieren buscar atajos por los lados y se quedan fuera de cacho... que cada día son más.

Por otro lado... es curioso que salga a colación Argensola, un canónico 100% en su época (más clásico que barroco, crítico con las novedades en la dramaturgia de Lope de Vega...) y los Expósitos (si que es usted tanguero), de los cuales le dejo un artículo que encontré y que creo que viene un poco al tema, ya me dirá usted que piensa:

"La poesía del tango, que es probablemente la única manifestación musical popular de nuestro tiempo con letra formalmente argumentada, tiene sus precisas e ineludibles reglas de juego, de las que no es posible apartarse sin riesgo de incurrir en inautenticidad o desvirtuación de su definido e inconfundible carácter. Tales reglas de juego conforman una temática y una sensibilidad temperamental, inalienablemente propias del tango rioplatense.
No se trata, claro está, de estrictos cánones convencionalmente establecidos, los que habrán de conferirle fisonomía característica a la creación poética del tango. Las letras encierran breves relatos versificados, preferentemente sentimentales, nostálgicos o evocativos, dentro de un marco ambiental costumbrista. E incluso a veces, picaresco o risueñamente humorístico.
Pero estructurados originariamente para ser acoplados a la música del tango. Y para ningún otro género musical popular que no sea el tango. Porque inversamente, cuando a la música del tango se le pretende adaptar una composición poética standard, de esas que encajan indistintamente en cualquier género musical popular sin identificar a ninguno, nos encontramos lisa y llanamente, con que el pretendido tango deja de serlo. Y de ahí, pues, que siguen predominando con vigencia inalterable los clásicos repertorios poéticos del tango canción, que alcanzaron encumbrada celebridad entre los años veinte y los años cuarenta.
Ante tan peculiar y rigurosa preceptiva poética como la enunciada, nada mejor que aceptar que son muy pocos los auténticos creadores dentro de la composición literaria del tango. Desde luego, muchísimos menos son los nombres fundamentales de la poesía, que los de la música.
Observemos que esa ortodoxia formal que parecieran imponer las reglas de juego antes referidas, admite la natural renovación de formas de expresión y de enfoques conceptuales con proyecciones de incuestionable jerarquía literaria. Es decir que el tratamiento de una temática permanente e inamovible -la nostalgia en primer término la reflexión resignada frente al fracaso o al desencanto, la actitud desgarradora teñida de sereno escepticismo -que es premisa sustancial, abre definidas perspectivas estéticas en la dimensión poética de la letra del tango. Y por esa búsqueda de una versificación más literariamente depurada, transitaron consagratoriamente José González Castillo, Enrique Cadícamo, Francisco García Jiménez, Héctor Pedro Bloomberg, Cátulo Castillo, Homero Manzi y José María Contursi. Y ese proceso de superación poética del tango, a nuestro juicio culmina con Homero Expósito. El más original, el más. importante y el más representativo de los poetas del tango, a partir de la brillante generación del cuarenta. Y para siempre.
Orientó Homero Expósito su inventiva literaria consagrada a la canción popular, en la confluencia de dos actitudes poéticas temperamentalmente opuestas, pero igualmente admirables: el romanticismo nostálgico y evocativo de Homero Manzi, y el grotesco dramatismo sarcástico de Enrique Santos Discépolo. De tan sutil combinación estilística y temática sin proponérselo, logró Expósito definir una novedosa y originalísima modalidad de interpretación para la letra del tango".


Atentamente

Sol y Moscas

Anónimo dijo...

Estimado Señor Sol y Moscas,

Le enlazo aquí el link de un pequeño artículo-entrevista. Habla del dolor de los toros, o mejor dicho del no dolor que padecen durante su lidia y muerte. Espero le sirva de entretenimiento al menos.

Un cordial saludo.

MANUEL ORTEGA

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080602/cultura/toro-tiene-recuerdo-sensacion-20080602.html

el papa negro dijo...

Le agradezco mucho su informacion.
Desde hace tiempo me ha interesado este asunto de la cancion popular (tangos, coplas, fados... todo lo rescatado por los franceses. ¿Recuerda "Le temps de cerisses" de los comunards, recreada por Leo Ferré en la mejor tradición anarquista?...)
Creo que ese asunto que proviene del viejo romancero, de los trovadores...etc. se convirtió el el pato feo .Y tengo debilidad por los patos feos.
La perdida de la cultura oral y el secuestro de la cultura por élites y academias ha tenido que ver en ello.
Alguna vez intenté sumergirme, mas o menos en serio, en ese asunto con mas curiosidad que tiempo.
Algún proyecto abortado y convertido en "naturaleza muerta".
(Craneo vacio cobre caja de secretos y flores lujuriosas - orquídeas y violetas africanas-.)
Y una fórmula de rendición evocada por el genio de Valderrama:
"Arrien la bandera de la plaza.
Apaguen ese sol que arriba arde,
que no quiero saber lo que pasa
si sale el tercer toro de la tarde"
(Ese que siempre sale y nos termina cogiendo... pregunte a Frascuelo).
Continúo con la bandera arriada.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Señor Ortega, gracias por el link. Curioso, aunque preferiría ver a los cientificos analizando astas y visceras que niveles de stress...

Su Santidad, comparto ambos amores: la cultura popular y los patos feos.

A proposito, su naturaleza muerta no está tan muerta. Alguna mutriaca suelta anda por ahí...
Esperemos que del cadaver nazcan flores...

Un saludo

Sol y Moscas