Volvemos al mondongo, esta vez lo cuenta Pepe Luis Vargas...
"Y en Frejus, un toro me sacó los intestinos. Al entrar a matar al primero, después de una buena faena, el toro me enganchó por la barriga, y cuando intenté recuperarme, vi que tenía las tripas fuera. No se me ocurrió nada mejor que coger todo aquello y meterlo para dentro.
Retiraron al toro, se acercan los compañeros, y uno me pregunta:
- ¿Qué te ha pasado?
- Pues, mira, que se me ha salido esto.
Y cuando vieron las tripas, el mozo de espadas y otro más casi se desmayaron allí mismo. Al llegar a la barrera, perdí el conocimiento, y cuando lo recuperé estaba en un hospital (...)"
3 comentarios:
Esta imagen, junto con la cogida de Curro Vázquez en Madrid, es una de las que todavía tengo clavada en la memoria. Afortunadamente a los dos les pude volver a ver torear. Con Pepe Luis Vargas se cometireon varias injusticiasm una de ellas la de catalogarle casi exclusivamente como un valiente. Para mí era mucho más artista y con esa gracia sevillana que antes distinguía a los toreros de esa tierra. Ahora casi son como los demás.
Frascuelo le toreo de muleta pausado,erguido,al natural,con los pies inmoviles y juntos, hasta conseguir igualarle. Cuando se disponía a liar y arrancar , a un metro de la cabeza, Peluquero humilló hasta poner el hocico en tierra; el matador pretendió arreglarle con la muleta , pero no bien levanto el engaño hasta la altura conveniente , cuando el toro arrancó impetuosamente a coger, privando al diestro de toda acción defensiva. Entrampillado ya ,el animal hundió toda la extensión de su cuerno derecho en el estómago de Frascuelo , llegando la punta , interiormente, hasta fracturar las costillas sexta, séptima y octava.
Y aquí entra lo extraordinario . Aquel hombre , dotado de un valor sin remoto parecido, con tres costillas rotas y un destrozo de tejidos que le tuvo por espacio de dos meses a las puertas de la muerte, se levantó animoso y decidido como si hubiera salido ileso del percance, recogió del suelo estoque y muleta, volvió a colocarse delante del toro y se acostó sobre el morrillo con una estocada hasta las cintas y ¡¡¡ CONTRARIA!!!!
Palabra del BLEU.
Esta es mi imagen de mondongo
Sr. Enrique Martín, la autobiografía de Pepe Luis Vargas trata sobre la injusticia; para que diga que las peores cornadas se las dieron fuera del ruedo, en los despachos más concretamente, cuando en la plaza le sacaron las tripas y le partieron la femoral, ya puede usted imaginarse. Pero todo por buscar el toro "colaborador" (lo dirá cien veces en el libro) para explayarse en su pellizco y en su sevillanía y en su Maestranza... como las figuras. Mejor que los sevillanos finlandeses de hoy en día, pero escucharle fue una decepción para mí...
Sr. Aurelio, se ha adelantado usted a mi "más mondongo" (y III). Muy pronto, en su blog favorito...
Un placer tenerles por aquí...
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