25 de septiembre de 2008

LA INVERSA



Raúl Sánchez, un torero a carta cabal

Corrida cinqueña, de gran trapío y difícil, en Las Ventas.

Plaza de Las Ventas: Cinco toros de García Romero, impresionantes de trapío, cinqueños

"El torero que, como Raúl Sánchez el domingo, se faja con dos torazos de pavor, les aguanta gañafones, les exprime hasta el último pase y, si hay voltereta, vuelve a la cara de la fiera con el mismo o mayor arrojo que antes de la cogida, tan sereno como si nada hubiese ocurrido, ése es torero de verdad, a carta cabal, no hacen falta más comprobaciones para darle el puesto que merece entre los que están en vanguardia.

La prueba en contrario que se suele aducir es que un jabato de tal envergadura, cuando le ponen delante de esos bombones con los que tan bien y con tanto primor andan las figuras, no sabe qué hacer, se le derriten las manos. Y por tal motivo le tildan de tosco: «Ahí está ese pobre hombre; le han dado la oportunidad, pero se descubre que no vale un duro. » Y ése es precisamente el error, porque la prueba hay que hacerla a la inversa; la medida debe darla el toro y no el borrego. En efecto, Raúl Sánchez seguramente sería uno de tantos, muy vulgar, si les hiciera remilgos a esos animalejos que tanto prodigan en las ferias, pero más seguro es que la inmensa mayoría de las figuras que copan los carteles de lujo (por no decir todas) habrían hecho el mayor de los ridículos con toros como los de ayer. Por los chiqueros de Las Ventas salieron seis ejemplares de un cuajo tremendo, seis pavos de una vez, cinqueños y muy díficiles en su mayoría. Después de aparecer en la arena con una violencia que nos tenía a todos en un puro sobresalto -y no digamos a los lidiadores, a quienes obligaban a tomar el olivo a las prímeras de cambio-, se iban apagando según se les pegaba en varas -y fuerte, pues salieron a una media de cuatro puyazos-, para acabar reservones. Y esa pasividad del toro, aplomado, a la defensiva, encogía el ánimo aún más que las furiosas acometidas de salida, porque, con el sentido que desarrollaban todos, las reacciones eran imprevisibles; en cualquier momento podía producirse la arrancada descompuesta, el derrote, la cogida.

Raúl Sánchez se peleó con sus dos enemigos, les dio la distancia adecuada, aguantó tarascadas con un asombroso valor consciente, incluso una voltereta de abrigo; mandó en los muletazos, y de esta forma consiguió,cuajar dos faenas importantes, en las cuales lo esencial, aparte todas las circunstancias de peligro, fue que dominó plenamente a los toros y los mató con brevedad, vocándose sobre el morrillo".


(Estoy releyendo por enésima vez a Don Joaquín Vidal y nada de lo suyo tiene desperdicio. Está a la orden del día. Por eso creo que Javier y yo no paramos de colgar textos suyos. Verdades como puños exigiendo la prueba del algodón... Los toreros ante toros con casta que demuestran su bravura en el tercio de varas.

Ayer dicen que Perera estuvo torero en Logroño. Torero según Francis Wolff y los gacetilleros áulicos que tienen tomada la fiesta con su palabrería barata. De los toros del Ventorrillo (encaste Domecq, para variar) no sabemos cuantas puyas tomaron (ni parece que importe), pero sí sabemos la borreguez que llevaban dentro ("lamentable sucesión de inválidos excepto el sobrero (...) que resultó incierto"). Con todo esto pretendo relativizar-rebajar un tanto el mérito de los pases que dio y del arrimón que se pegó ante este sobrero astifíno; que alguno tuvo. Porqué cuando empiezo a leer sobre el torero como Sol mismo, controlador de fuerzas, ritmos y gravedades, sobre el arrojo, el control del universo con una muleta, el derroche de la propia vida por aguantar unas miradas y unos parones... y demás zarandajas pseudopoéticas de periodista "sobrecogedor", me viene a la cabeza, además de la decadencia total de la profesión de cronista taurino, Don Joaquín Vidal y la prueba de la inversa: Perera, te quiero ver ante todo tipo de ganaderías (como, por ejemplo, las que dice Don Agustín Hervás: Fuenteymbro. Cebada. Victorino y Adolfos sin adulterar en provincias. Palha. Resina. Miuras. Guardiolas. Cuvillos de los de Madrid, y por supuesto sin descartar lo mejor del encaste Domecq... (Las mías habrían sido más duras))

(Pd: Añado con un poco de retraso, para completar, un link a un post de Agustín Hervás)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

So good......

Anónimo dijo...

por que nunca hablas de jose tomas?

Anónimo dijo...

Sigo fascinado por "el torovivo", "toro rotatorio o taurispin" . Ví hace dias unas imágenes malas , pero ilustradoras, del comportamiento de "Belador" en youtube (-me manejo mal en ese invento-). Embestía despues de dos horas hasta al perrillo que le echaron...
(hay una foto magnífica).
Vean y comparen con "Idílico", resulta otra "INVERSA" clarificadora.

sol y moscas dijo...

Su Santidad, perdone el retraso... Belador se lo merecía... Ahi le dejo otra inversa "rebeladora"

Anónimo... no hablo más porque me aburro... de todos modos, algo tendrá que ver Idílico y su fiesta con él...

Gracias Britney...

Un saludo