21 de noviembre de 2007

ETERNO RETORNO




En el "eterno retorno", como en una visión lineal del tiempo, los acontecimientos siguen reglas de causalidad. Hay un principio del tiempo y un fin... que vuelve a generar a su vez un principio. Sin embargo, a diferencia de la visión cíclica del tiempo, no se trata de ciclos ni de nuevas combinaciones en otras posibilidades, si no que los mismos acontecimientos se vuelven a repetir en el mismo orden, tal cual ocurrieron, sin ninguna posibilidad de variación. En su obra La gaya ciencia Nietzsche plantea que no sólo son los acontecimientos los que se repiten si no también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable.

El valor del concepto de eterno retorno ha sido tan discutido como poco entendido. En general, se le considera únicamente desde el punto de vista cronológico, en el sentido de repetición de lo sucedido. Pocas veces es pensado como uno de los conceptos más poderosos de la filosofía moral de todos los tiempos: obra de modo que un horizonte de infinitos retornos no te intimide; elige de forma que si tuvieras que volver a vivir toda tu vida de nuevo, pudieras hacerlo sin temor. Nietzsche, en su teoría del eterno retorno, nos enseña sólo una cosa: El hombre logrará transformarse en el "Superhombre" cuando logre vivir sin miedo.

(Tras leer dos post del blog Toro, torero y afición ( 1 y 2) parece ser que José Tomás es el ejemplo perfecto del "eterno retorno"... Se ve que no ha comprendido bien lo que quería decir Nietzsche y se ha resignado a repetirse cronologicamente. No ha dejado que la verdad del concepto penetrase en su mente, se ha dejado intimidar, vive y torea con temor y sin moral, no es un "superhombre" ni un "hombre sin miedo"... Es un torero que repetirá sus faenas a ratitas hasta el infinito...)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que sigo sin entender las consecuencias morales del "eterno retorno". Al menos, no sé si son verdaderamente aplicables a la vida cotidiana -aunque, vaya, tampoco se las llego a ver al "imperativo categórico".

Anónimo dijo...

Señor Desperdicios, al leer los post de Toro, torero y afición la idea del eterno retorno ha venido a mi cabeza como en la famosa poéle descartiana... Hasta me asaltó la sospecha, sería el calor de la calefacción, de que todo era un sueño y José Tomás ya se estaba repitiendo, ya había vuelto al punto de partida...

Si aplicamos la idea de Nietzsche al hecho de que José Tomás torea ratas, podemos concluir que sí es torero le dará miedo quedarse eternamente faenando roedores; y sí se atreve con toros enfrentandose a sus temores, ganará la gloria infinita y será un superhombre...

Al hacer lo que hace se condena a si mismo... esa es la "moral" de Nietzsche... Otra cosa es que usted la quiera aplicar...
Si prefiere el imperativo categórico, creo que imputandolo a este caso, tampoco se escapa el torero de una buena tunda...

Sol y Moscas

Anónimo dijo...

De momento JT está en el índice de prohibidos. Veremos si pasa por Canosa.

Anónimo dijo...

Yo veo a Ceret como un buen sustituto de Canosa; 3 corridas con torazos y el vestido azabache más pesado posible...

Creo que la afición le daría la absolución...

Sol y Moscas

Anónimo dijo...

Está usted muy exigente. Que vaya a Madrid y Bilbao... y luego veremos si hay absolucion o excomunion in eternis.